Ciudad

Mercado laboral

El 60% de los trabajadores de la gastronomía está en negro

El dato surge de inspecciones que el Ministerio de Trabajo realizó en lo que va del año a unas 350 empresas rosarinas.


El 60 por ciento por ciento de los empleados de locales gastronómicos rosarinos se desempeña en negro, según datos que surgen de inspecciones que realizó el Ministerio de Trabajo de la provincia a lo largo del año. Para llegar a ese guarismo funcionarios de la cartera laboral inspeccionaron unos 350 bares y restaurantes de la ciudad. En este sector, los niveles de informalidad son de los más altos de todo el espectro comercial y superan largamente la media.

Las cifras fueron difundidas ayer en el marco de una reunión que tuvieron en la ciudad autoridades del Ministerio de Trabajo santafesino y de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la ciudad.

El relevamiento que exhibió la cartera laboral se sostiene sobre inspecciones realizadas este año en unos 350 bares y restaurantes de la ciudad, los cuales emplean a unos 2.200 trabajadores. Los funcionarios del Ministerio detectaron en esas “visitas sorpresa” que alrededor del 60 por ciento de los empleados (unas 1.300 personas) no estaban registrados.

Según Sergio Ricupero, el secretario gremial de Gastronómicos, los guarismos de este 2014 “están a tono con las inspecciones que se vienen realizando en el último tiempo”.

“En general, es alrededor de unas 200 empresas, que son siempre las mismas, en donde gira el trabajo mal o no registrado. Por eso es sobre éstas que el sindicato y el Ministerio realizan un trabajo de forma constante”, agregó.

Una de las particularidades del sector gira en torno al alto nivel de rotación de empleo que tienen los comercios. Ese hecho es uno de los causantes de que el porcentaje de irregularidad no cese año a año, pese a los controles.

“Muchos se preguntan por qué si existen inspecciones al año siguiente vuelve a pasar los mismo. Eso tiene que ver con que los trabajadores van cambiando. Muchos van dejando el trabajo, los empleadores los dan de baja y después cuando viene uno nuevo no lo registran. Pero por suerte hoy el sistema le permite al Ministerio hacer inspecciones sin denuncia previa cuando las bajas son constantes”, sostuvo Ricupero.

En términos comparativos, el gastronómico es uno de los rubros con los niveles de informalidad más alto en la ciudad y toda la provincia. Supera largamente a la construcción y al comercio (entre los sindicatos de mayor cantidad de afiliados), donde los empleados en negro llegan al 30 por ciento.

Ricupero dijo que al sindicato que integra llegan entre 150 y 200 denuncias anuales. “El tema en los bares y restaurantes es que hay un mercado informal constante que está vinculado a chicos nuevos o jóvenes que estudian o tienen otras responsabilidades: terminan en condiciones irregulares sin querer. El trabajador no tiene la culpa, pero eso
termina colaborando”, señaló

El dato positivo del fenómeno fue aportado por el titular del ministerio de Trabajo provincial, Julio Genesini. El funcionario explicó que de ese 60 por ciento de empleados que fueron encontrados sin estar anotados este año, casi la mitad (el 40 por ciento) fue luego regularizado por la patronal. Eso se dio previo a la audiencia de verificación que se debe realizar ante cada caso entre las partes. “Esto nos muestra que a pesar de que es difícil bajar las estadísticas los controles periódicos igual sirven”, sostuvo.

En Santa Fe son unos 14 mil los trabajadores del sector gastronómico. El grueso se desempeña en Rosario, donde son 9 mil empleados en 1.000 empresas.

El cierre de restaurantes

En las últimas horas se conoció del cierre de algunos restaurantes de la zona céntrica de la ciudad. El más resonante fue el caso (tal como lo publicó ayer este diario) de Sara de O, que a fin de mes servirá su última cena en el local de bulevar Oroño 1425. El negocio sucumbió por no poder afrontar la suba del contrato de alquiler, según explicó su dueña, quien informó que hasta ahora pagaba 15 mil pesos pero el titular del inmueble pidió llevar desde noviembre la renta a los 45 mil pesos. En ese comercio trabajan unas 25 personas. Según Sergio Ricupero, secretario gremial de Gastronómicos, ese fenómeno (el cual se conjuga con una notoria retracción de la actividad, que en corredores como el de calle Pellegrini llega al 30 por ciento) aún no afecta de forma masiva a los trabajadores del rubro gastronómico. “Todavía no hay más cierres de lo que puede haber habitualmente. La actividad no está regulada y ha estado en el último tiempo un poco sobredimensionada. La situación económica hace que si alguno no venía bien, ahora esté peor. Y que el que venía bien ahora se la vea mal”, explicó. En ese marco, el dirigente gremial dijo que en la actualidad existen entre 600 y 700 trabajadores que se desempeñan en empresas que han solicitado el procedimiento preventivo de crisis. “Esa información muestra un poco la situación. Pero con esa herramienta el empleado está cubierto. No lo afecta de forma directa. Eso ha colaborado en parte el mantenimiento de de los puestos laborales”, cerró Ricupero.

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