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El 26% de la soja es destinada a biodiésel

Se utilizaron 14 millones de toneladas para producir ese combustible en 2010.

La producción de biodiésel demandó el 26 por ciento del total de la última cosecha de soja, ya que de los 55 millones de toneladas producidas el año pasado, 14 millones se destinaron a la elaboración de ese combustible, según los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Crea).

En la campaña 2009/2010 la producción de soja fue de 55 millones de toneladas, 36,8 millones de las cuales se destinaron a molienda, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

De este volumen, 14 millones de toneladas fueron utilizadas para la producción de 2,6 millones de toneladas de biodiésel, de las que 1,1 millón fueron para el mercado interno y 1,5 millones se destinaron a la exportación.

El proceso industrial de biodiésel requiere una tonelada de poroto de soja para obtener alrededor de 20 por ciento de aceite, y 80 por ciento de harina en la molienda. Luego, con una tonelada de aceite se puede fabricar una tonelada de biodiésel.

“El porcentaje de la molienda destinada a la producción de biodiésel fue de 36 por ciento para el 2010, y para este año se espera que el impacto sea aún mayor”, estimó Matías Amorosi, técnico de la Unidad de Investigación y Desarrollo de Crea.

Explicó que, a su vez, los 14 millones de toneladas de poroto de soja usados para fabricar biodiésel configuran el 26 por ciento  de la producción de soja.

La mayor parte de las plantas productoras de biodiésel están ubicadas en el polo industrial que rodea a la ciudad de Rosario, aunque otras funcionan en San Luis, Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero y Neuquén.

La industria productora de biodiésel está conformada principalmente por las firmas aceiteras grandes, que tienen el 65 por ciento de la capacidad instalada. Las independientes grandes tienen el 19 por ciento de la producción y las independientes chicas el 16 por ciento.

Amorosi asegura que ya no es del todo exacto realizar el cálculo del negocio de la soja sólo a partir de la comercialización de pellets y aceite de soja. “Hoy es indispensable considerar el impacto del biocombustible en la ecuación del negocio”, afirmó.

El técnico indicó que el diferencial de gravámenes a la exportación es determinante. “El biodiésel tiene una retención del 14 por ciento, mientras que el aceite de soja sufre un gravamen del 32 y el poroto, del 35 por ciento”.

La industria nacional de biodiésel creció 2.250 por ciento desde 2006, y para 2011 se espera contar con una capacidad instalada para más de 3 millones de toneladas.

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