Ezequiel Nieva
El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Miguel Lifschitz, convocó a una sesión extraordinaria para el próximo miércoles 25 de marzo para tratar en el recinto el proyecto de Ley de Necesidad Pública que ya tiene media sanción de la Cámara de Senadores y que viene reclamando el gobernador Omar Perotti desde diciembre.
La crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, sumada a la delicada situación financiera de la provincia, los municipios y las comunas, aceleraron los tiempos de un acuerdo político que parecía imposible apenas unas semanas atrás. El propio Perotti llamó el martes por la noche a su antecesor para pedirle que destrabe el tratamiento del proyecto en la Cámara baja, donde el Frente Progresista tiene la llave para sancionarlo o cajonearlo.
Lifschitz recogió el guante y convocó a los diputados a una sesión extraordinaria con el objetivo de tratar la Ley de Necesidad Pública que tuvo media sanción del Senado el pasado 5 de marzo. A través de esa normativa se declara hasta fin de año la emergencia social, alimentaria, sanitaria, de las contrataciones públicas, financiera y de seguridad.
La sesión especial se llevará a cabo el miércoles 25 de marzo a las 15 y, según adelantó el titular de la Cámara de Diputados, se considerarán justificadas las inasistencias de legisladoras y legisladores que integren grupos de riesgo.
Asimismo, a los efectos de cumplir con todas las exigencias planteadas por las autoridades nacionales y provinciales, se tomarán todos los recaudos necesarios para disminuir al mínimo posibles riesgos sanitarios relacionados con el contagio del coronavirus. Solo podrán ingresar a la Legislatura los diputados y un grupo reducido de asesores; la prensa y el público en general deberán seguir la sesión desde la página web de la Cámara de Diputados.
Acercan posiciones
Desde el entorno de Lifschitz indicaron este jueves que “hay un canal abierto de conversación entre poderes Legislativo y Ejecutivo” y que el objetivo es “construir acuerdos razonables que permitan avanzar en un proyecto que pueda tener amplia mayoría”.
“La vocación es lograr consensos y encontrar posiciones comunes frente a este nuevo escenario, dejando abiertos los espacios de diálogo para el trabajo conjunto de acá en adelante”, aseguraron fuentes cercanas al ex gobernador, quienes opinaron que la convocatoria es una señal de que “la Cámara de Diputados busca darle herramientas al gobierno, con la decisión de alcanzar acuerdos responsables para los santafesinos”.
Para llegar a ese acuerdo, en los últimos días los diputados del PJ –que son minoría– y sus colegas del Frente Progresista buscan acercar posiciones entre el proyecto original que tuvo media sanción del Senado y la contrapropuesta elaborada por la oposición, que limita las herramientas que solicita Perotti y también el monto de endeudamiento que la Legislatura le autorizaría al gobierno para lo que queda del año.
Si se logra un acuerdo en la Cámara baja y se aplican las modificaciones que propone el Frente Progresista –o al menos algunas de ellas–, el Senado, donde el PJ tiene mayoría propia, deberá recoger el proyecto modificado para darle sanción definitiva o bien insistir con el texto original. En tal caso, la sanción de las emergencias se volvería a dilatar. Para evitarlo, el Ejecutivo monitorea esas negociaciones en busca de un punto de equilibrio que deje conformes a todos los espacios políticos y permita que haya ley en el menor tiempo posible.
“Va a quedar corta”
El gobernador Perotti se puso en contacto esta semana con su antecesor Lifschitz, por primera vez desde el recambio de mandatos, para pedirle que interceda ante los integrantes del bloque mayoritario del Frente Progresista a favor de los reclamos del Ejecutivo.
El martes por la noche, Perotti lo llamó por teléfono a Lifschitz para solicitarle “que apoye la sanción de la Ley de Necesidad Pública” ante la emergencia sanitaria desatada por el coronavirus porque la provincia necesita “contar con la mayor capacidad de respuesta” por parte del Estado.
“La instancia que estamos atravesando hace más que necesaria la posibilidad de contar con la colaboración y acompañamiento” de la oposición, sostuvo Perotti. “Lo que se está viviendo y los requerimientos que están surgiendo (por la crisis sanitaria) hacen que los números que podríamos haber planteado sean una anécdota”.
De hecho, el gobernador redobló la apuesta ante los recortes que prevé el Frente Progresista sobre el monto del endeudamiento y sostuvo que la autorización que le está pidiendo a la Legislatura “va a quedar corta” debido al impacto de la recesión causada por la pandemia del coronavirus sobre la economía provincial.
Hasta el momento, las principales diferencias entre el PJ y el Frente Progresista son por el monto del endeudamiento: Perotti pide autorización para tomar financiamiento por 39 mil millones de pesos (casi el 10% del presupuesto vigente, que es del 415 mil millones), mientras que el principal bloque opositor está dispuesto a autorizar 22 mil millones y con destinos específicos. Tampoco hay acuerdo sobre los llamados “súper poderes” (facultades delegadas a favor del Ejecutivo) ni sobre la cantidad de recursos que se destinarían para auxiliar a municipios y comunas: el texto original establece partidas por 3500 millones de pesos; el Frente Progresista quiere subir ese monto a 6000 millones.
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