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El 15-M movilizó a miles de “indignados” en España

En Madrid, cinco columnas convergieron en el Congreso de Diputados al grito de “No nos representan”.

“Esta crisis no la pagaremos”, corearon ayer miles de indignados españoles protestaron en las calles de Madrid contra la crisis y el desempleo en la primera de las manifestaciones del mismo tipo que tienen lugar por toda España.

La céntrica plaza de Neptuno, junto al Congreso de los Diputados fue el centro de reunión de seis marchas multitudinarias que partieron desde distintos puntos de la capital, en una movilización que tiene lugar un mes después del surgimiento del Movimiento 15-M que se ha propagado por todo el país.

“Contra el paro. Organízate y lucha. Caminemos juntos contra el paro y el capital”, se leía en la enorme pancarta que encabezaba la denominada “columna suroeste”, que salió de Leganés, a 15 kilómetros de Madrid.

“Luchemos juntos contra la crisis y el capital”, fue el lema que encabezó la denominada “columna norte”, a cuyo frente un joven envuelto en varias banderas de países de la Unión Europea portaba una pancarta con la leyenda “urgencia social”.

Todas ellas se unieron en Neptuno, reuniendo a entre 35.000 (según la Policía) y 54.000 (de acuerdo con los organizadores) personas de todas las edades, desde niños en sus sillitas hasta ancianos, frente a las barreras colocadas por un cordón de policías para impedir que la manifestación pudiera llegar hasta las puertas del Congreso de los Diputados.

“Tenemos que hacer una nueva democracia”, dijo uno de los organizadores al leer un manifiesto, mientras el grito de “No nos representan” contra los políticos fue uno de los más coreados en una manifestación con varios objetivos.

El pacto de estabilidad de la Eurozona y el rigor presupuestario que impone, los políticos, acusados de corrupción y de ignorar a los ciudadanos, y el desempleo que afecta al 21,29 por ciento de la población y a cerca de la mitad de los menores de 25 años, eran las principales causas de protesta.

“Tenemos que preparar una huelga general. Vamos a parar este país”, lanzó el mismo orador, poco antes de dar por finalizado el acto de protesta.

“Los bancos y los gobiernos que han propiciado esta situación deben escuchar que no estamos de acuerdo con las medidas y recortes que se han tomado, y que estamos dispuestos a manifestarnos y que lo haremos”, asegura la convocatoria hecha por el Movimiento 15-M, también conocido como el de los “indignados”.

Desde la organización se pidió a los manifestantes que ellos mismos aislaran a los violentos, tomándoles fotos o grabándolos junto a consignas como “No soy antisistema” o “Quejémonos sin violencia ni radicalismo”. El presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió por su parte a los “indignados” que el derecho a la manifestación hay que ejercerlo cumpliendo con las reglas de la democracia, por lo que la intimidación y la coacción a las instituciones representativas son “inadmisibles”.

La manifestación, una semana después de que los indignados levantaran sus principales campamentos del país, que tenían a la madrileña Puerta del Sol como emblema, se repitió con mayor contundencia en Barcelona, donde hubo entre 75.000 y 250.000 participantes, según las fuentes, y otras ciudades como Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga, Vigo, Zaragoza y Canarias.

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