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Egipto sin Parlamento y con la Constitución suspendida

En consejo de las Fuerzas Armadas en el poder está enfocado en “restaurar la seguridad y facilitar la vida”.

El Consejo Superior de las Fuerzas Armadas disolvió el Parlamento de Egipto, suspendió la Constitución y fijó en seis meses el período de transición tras la renuncia del presidente Hosni Mubarak, según un comunicado leído ayer en la televisión estatal.
El texto precisa que disolvió las dos cámaras del Parlamento, cuya elección en diciembre pasado había sido denunciada como fraudulenta por la oposición. Las Fuerzas Armadas formarán una comisión para llevar a cabo la reforma de la Constitución y se convocará un referéndum sobre las futuras enmiendas, añade el comunicado.
Poco antes, el primer ministro Ahmad Shafiq había declarado en una rueda de prensa que la prioridad del gobierno egipcio, dos días después de la renuncia de Mubarak y de la transferencia del poder a las Fuerzas Armadas, era “restaurar la seguridad y facilitar la vida cotidiana de la población”. Anteayer el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas encargó al Ejecutivo de Shafiq, nombrado por Mubarak, que administrara los asuntos corrientes. El gabinete de Shafiq, un general ex ministro de Aviación, fue formado el 31 de enero pasado, seis días después del inicio de la revuelta popular que llevó a la renuncia de Mubarak.
Así un poder de transición, con el Ejército al mando y el gobierno para gestionar los asuntos corrientes, echa a andar en Egipto, donde la vida vuelve a la normalidad, con el restablecimiento, ayer, del tránsito en la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta en El Cairo. Sólo una parte de la plaza, donde cientos de manifestantes estaban todavía presentes, permanecía cerrada al tránsito. Las manifestaciones en ese sitio durante 18 días habían paralizado el bullicioso centro de la ciudad. Los tanques del Ejército permanecían ayer estacionados en las entradas de la plaza, pero ya no bloqueaban los accesos. Se registraron algunas breves escaramuzas entre soldados y unas decenas de manifestantes que se negaban a abandonar el lugar.
“No queremos irnos. Nos quedaremos hasta que el Ejército escuche nuestras peticiones”, aseguró Ahmed Afifi, de 21 años, mencionando el levantamiento del estado de emergencia y la liberación de los manifestantes detenidos.
“El Ejército quiere matar la revolución, quiere que la gente se vaya”, añadió Abu Tasnim, de 28 años, profesor de francés en Alejandría. La mayoría, sin embargo, había abandonado sin incidentes el lugar tras la dimisión de Mubarak y las operaciones de limpieza, iniciadas el sábado, siguieron ayer.
El Ejército, depositario del poder tras la caída de Mubarak, prometió anteayer una “transición pacífica” hacia “un poder civil electo”. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas anunció que el gobierno nombrado por Mubarak unos días antes de su salida permanecerá en el puesto, y se comprometió a respetar los tratados internacionales firmados por Egipto, incluidos los acuerdos de paz con Israel. Egipto es, junto con Jordania, uno de los dos países árabes que firmaron un tratado de paz con el Estado hebreo.

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