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Egipto: ElBaradei pidió paciencia

El Premio Nobel de la Paz, designado por la oposición para negociar con el régimen del presidente Mubarak, trató de calmar a los manifestantes diciendo que "es el inicio de una nueva era". Por su parte, Estados Unidos demandó una “transición ordenada”. China bloquea la revuelta egipcia en la web Egipto: las protestas ya se cobraron 150 vidas La comunidad internacional instó a Mubarak a poner fin a la represión Pese al nuevo gabinete, no cede la presión social en Egipto

Egipto está “en el inicio de una nueva era”, proclamó el domingo Mohamed ElBaradei, designado por la oposición para negociar con el régimen del presidente Hosni

Mubarak, quien enfrenta una rebelión que dejó más de 100 muertos y una creciente presión de sus aliados occidentales.

Miles de personas volvieron a salir a las calles de El Cairo, por sexto día consecutivo, pidiendo la renuncia de Mubarak, así como del vicepresidente Omar Suleimán y del primer ministro Ahmed Shafiq, dos militares nombrados la víspera por el mandatario con la expectativa de contener la ola de descontento que ya dejó al menos 125 muertos.

Laicos, islamistas, jóvenes y ancianos se codeaban en estas protestas sin precedentes desde la llegada de Mubarak al poder en 1981.

La unión en la calle se tradujo al plano político, con la designación de ElBaradei como encargado para “negociar” con el régimen en nombre de una Coalición Nacional por el Cambio, que nuclea a varias formaciones opositoras, entre ellas a los Hermanos

Musulmanes.

El ex director general de la agencia nuclear de la ONU (AIEA) y Premio Nobel de la Paz se apersonó por la noche en la plaza Tahrir, epicentro del la rebelión, repleta de manifestantes pese al toque de queda que en principio rige desde las 16 (locales) hasta las 8 de la mañana.

Fue recibido al grito de “El pueblo quiere la caída del presidente” y “Sacrificaremos nuestra alma y nuestra sangre por la patria”.

ElBaradei trató de calmar los ardores: “Os pido que tengáis paciencia, el cambio llega”, les dijo, aunque aseguró que “Egipto está en el inicio de una nueva era”.

Estados Unidos, que considera a Mubarak como uno de sus principales aliados en la región, le pidió al mandatario, de 82 años, ir más lejos con los cambios y empezar a pensar la “transición”, después de tres décadas en el poder.

“Deseamos ver una transición ordenada. Demandamos insistentemente al gobierno de Mubarak, que está aún en el poder, que haga lo que sea necesario para facilitar este tipo de transición ordenada”, dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

La comunidad internacional sigue con ansiedad los acontecimientos en Egipto, el más poblado de los países árabes (80 millones de habitantes), que desempeña un papel fundamental en el diálogo entre israelíes y palestinos.

El presidente del Parlamento, Fathi Sorur, prometió que los resultados de las legislativas del año pasado, denunciadas como fraudulentas por la oposición, serán “corregidos” en función de próximos fallos judiciales. En esos comicios, el Partido Nacional Demócrata de Mubarak obtuvo más de 80% de los escaños.

El país está paralizado, con los bancos y la bolsa cerrados (el domingo es día hábil en Egipto), gran cantidad de gasolineras con las reservas agotadas y muchos cajeros automáticos vacíos.

La situación interna cobró en los últimos días visos de caos, con saqueos y la fuga durante la madrugada del domingo de miles de presos, muchos de ellos dirigentes islamistas, de numerosas cárceles que se quedaron sin guardianes o que fueron tomadas por detenidos amotinados.

Decenas de cuerpos yacían en la calzada junto a una cárcel a 100 km al norte de El Cairo, comprobó la AFP. El ejército anunció el domingo que había capturado a unos 3 mil prófugos y saqueadores.

Los habitantes organizaron comités de defensa que durante la noche patrullan con fusiles o barras de hierro la ciudad de 20 millones de habitantes, donde no parece quedar ningún policía, aunque en las últimas horas se notaba una mayor presencia de los militares.

Varios agencias de viaje suspendieron el envío de grupos de turistas. Y muchos países, entre ellos Arabia Saudita, India y Turquía, enviaron aviones para repatriar a sus ciudadanos. Por su parte, la embajada de Estados Unidos anunció que iniciaría la repatriación de los suyos el lunes. En el aeropuerto de El Cairo, una multitud de extranjeros y de egipcios se agolpaba para tratar de obtener un vuelo de salida.

Por otro lado, las autoridades egipcias prohibieron el domingo todas las actividades de la televisión qatarí Al Jazeera, que estaba cubriendo ampliamente las protestas.

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