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EE.UU.: furia climática

Tornados castigan desde hace 7 días la región sureste del país. La situación se agrava y se perfila como el mayor desastre luego del huracán Katrina, en 2005.

Violentos tornados e inundaciones castigan desde hace días el sureste de Estados Unidos y dejaban ayer más de 250 muertos y un paisaje de ruinas en lo que se perfila como el mayor desastre climático en ese país desde el huracán Katrina en 2005. En Alabama se decretó la situación como “catástrofe mayor”.

Uno de los estados más afectados es Alamaba, al sur del país, en donde al menos 131 personas murieron en un solo día, el miércoles pasado, según graficó el gobernador, Robert Bentley.

Los medios de comunicación estadounidenses difundían imágenes de habitantes contemplando, estupefactos, sus barrios completamente devastados tras el paso de los tornados.

Ante la magnitud del desastre, las autoridades decretaron el estado de “catástrofe mayor” con el temor de que el número de víctimas siga aumentando.

El presidente estadounidense Barack Hussein Obama había ordenado el miércoles pasado que el gobierno “reaccione rápidamente” para llevar la ayuda a Alabama, donde entre medio y un millón de personas están sin electricidad.

También se declaró el estado de emergencia en Arkansas (11 muertos), Kentucky, Mississippi (32 muertos), Misouri (3 muertos), Tennessee (30 muertos) y Oklahoma.

Desde que comenzaron las tormentas hace una semana ya se han registrado 300 tornados, entre ellos 130 el miércoles, según el servicio meteorológico nacional (NWS).

Se esperaba una tregua para hoy, antes de la llegada de un nuevo frente de tormentas mañana.

“Manzanas enteras de casas fueron destrozadas”, declaró a la CNN el alcalde de Tuscaloosa, Alabama. “Hay algunas partes de la ciudad que casi no puedo reconocer”, agregó.

En Birmingham, algunas casas fueron arrastradas por los tornados y encontradas hasta a 80 kilómetros de distancia.

Pero otra inquietud se añade al temporal en este estado: la central nuclear de Browns Ferry fue puesta bajo vigilancia tras un corte de electricidad.

En el estado de Misouri centenares de personas fueron evacuadas tras la ruptura de algunos diques.

“Dios mío, nuestra ciudad está hecho migas”, exclamó Tim Holt, recepcionista de un hotel, quien se refugió en un cuarto de baño con su mujer y su hija mientas pasaba la tormenta.

La Cruz Roja estadounidense calcula que 2.700 personas pasaron la noche del miércoles al jueves en refugios en 12 estados.

El temporal llega tras un inicio de primavera muy lluvioso y un invierno marcado por fuertes nevadas que ha obstruido los ríos y saturado los suelos.

A mitad de abril, una tormenta ya había provocado 44 muertos en el sudeste de Estados Unidos.

Este temporal se perfila como la peor catástrofe natural sufrida por el país norteamericano, tras el huracán Katrina en 2005 (1.500 muertos) y los tornados de abril de 1974 (310 muertos), según el portal web Accuweather.com.

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