Los países miembros de la Unasur formularon esta madrugada una severa advertencia contra las intentonas de golpes de Estado, con la aplicación de “medidas concretas e inmediatas”, y manifestaron su “pleno y decidido respaldo” al gobierno del presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Tras la reunión de “emergencia” que mantuvieron en la sede de la Cancillería, los presidentes sudamericanos resolvieron que sus cancilleres viajen hoy por la mañana (a las 10.30) para manifestar el apoyo a Correa, tras el intento de golpe de Estado por parte de fuerzas policiales.
En lo que se denominó la “Declaración de Buenos Aires sobre la situación en Ecuador”, los mandatarios se pronunciaron por la inclusión de “una cláusula de democrática” en los reglamentos de la UNASUR, en la próxima reunión del bloque que se realizará el 26 de noviembre en Guyana.
El documento conjunto consta de 6 puntos, y señala en su ítem más destacado que las naciones de la Unasur “rechazan enérgicamente y no tolerarán un nuevo desafío al orden institucional ni intento de golpe al poder civil legítimamente elegido”.
Y advirtieron que “en caso de nuevos quiebres del orden adoptarán medidas concretas e inmediatas tales como cierres de fronteras, suspensión del comercio, del tráfico aéreo y de la provisión de energía y otros suministros”.
Además los mandatarios decidieron que sus cancilleres se trasladen a la ciudad de Quito para expresar “el pleno respaldo al presidente Rafael Correa y al pueblo ecuatoriano, pertícipe indispensable del restablecimiento de la institucionalidad democrática en ese país”.
La reunión encabezada por la presidenta Cristina Fernández y el secretario general de la Unasur, Néstor Kirchner, comenzó sin la presencia de los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Juan Manuel Santos, quienes estaban en viaje a la Argentina y se incorporaron más tarde al cónclave.
Además de Cristina y Néstor Kirchner participaron de la reunión los presidentes Sebastián Piñera (Chile); Evo Morales (Bolivia); Alan García (Perú); y José Mujica (Uruguay).
En representación del presidente brasileño Lula Da Silva y del paraguayo Fernando Lugo se encuentran sus vicecancilleres.
La reunión se llevó a cabo en el Salón Libertador del Palacio San Martín y se inició poco después de que Correa lograra retomar el Gobierno.
Antes del comienzo del encuentro, los presidentes de la región mantuvieron una comunicación telefónica “a manos libres” con Rafael Correa, quien les informó que la situación en Ecuador “está bajo control”.
Así lo indicó la presidenta Cristina Kirchner en la apertura de la cumbre, la que se desarrolló de manera “reservada” y que se extendió por casi tres horas, con un cuerto intermedio.
“Esta reunión debió haber sido convocada por el presidente de Ecuador, pero ante su ausencia fue convocada en forma obligada por todos los presidentes de la Unasur”, indicó la presidenta Kirchner.
La revuelta policial en Ecuador, originada en un recorte presupuestario, generó el unánime repudio de todos los sectores políticos en la Argentina y también del Gobierno, que a primera hora del día y a través del canciller Héctor Timerman expresó su “compromiso solidario y activo para el gobierno democrático” de Correa.
“No podemos permitir en Ecuador lo que sucedió en Honduras (…) Honduras es el límite”, insistió el funcionario, en alusión al golpe cívico militar que sufrió el año pasado el presidente Manuel Zelaya.
Poco antes, como secretario de la Unasur, Kirchner rechazó las “presiones y amenazas” contra el orden constitucional en Ecuador y manifestó “el firme compromiso y la más absoluta solidaridad del bloque regional” con el presidente Correa.
“Sudamérica no puede tolerar bajo ningún aspecto que los gobiernos elegidos democráticamente se vean vistos presionados y amenazados por sectores que no quieren perder privilegios y prebendas”, señaló el ex presidente Kirchner en un comunicado.
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