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Duro ajuste y palos en Grecia

El Parlamento helénico aprobó un plan para reducir el gasto público y no entrar en default. Como consecuencia, la medida provocó la protesta de miles de manifestantes que se enfrentaron con la Policía.

 

En Atenas la Policía reprimió duramente a los manifestantes contra el plan de ajuste.
En Atenas la Policía reprimió duramente a los manifestantes contra el plan de ajuste.

El Parlamento griego aprobó ayer un severo plan de ajuste para afrontar la crisis del país y el riesgo de default, mientras que manifestantes contrarios a la medida se enfrentaron con la Policía en Atenas y el primer ministro inició una gira para recabar apoyo europeo a su política económica. Los choques en la ciudad capital, con corridas, piedrazos y gases lacrimógenos, fueron los más violentos desde el agravamiento de la crisis financiera de Grecia, el año pasado, y durante los disturbios activistas de extrema izquierda propinaron una golpiza a uno de los dirigentes sindicales más importantes del país. Los enfrentamientos tuvieron lugar frente al Parlamento, donde jóvenes encapuchados cargaron primero contra la guardia ceremonial que protege el monumento de la Tumba del Soldado Desconocido y luego empezaron a tirar piedras a la Policía, que respondió con gases y bastonazos.

 Al menos cinco personas fueron detenidas y siete policías sufrieron heridas, informaron fuentes policiales.

 Más de 10.000 personas se congregaron para protestar contra el paquete de medidas de recorte del gasto público en 4.800 millones de euros, que incluye un aumento general de impuestos y una reducción de un 8 por ciento del sueldo de los empleados estatales. Dentro del Parlamento, cuando los ánimos afuera ya se habían calmado y los manifestantes habían sido dispersados, los legisladores aprobaron el plan de ajuste por mayoría simple, es decir exclusivamente con los votos del partido socialista Pasok del premier Giorgos Papandreu.

 La votación se produjo en ausencia de los diputados comunistas, que habían abandonado la sala en señal de protesta.

 En Atenas, los protagonistas de los disturbios atacaron varios comercios cercanos al Parlamento y golpearon al secretario general de la mayor central obrera de los trabajadores privados de Grecia (GSEE) cuando hablaba entre la multitud de manifestantes.

 El jefe sindical, Yiannis Panagopoulos, cercano al gobierno socialista, intercambió golpes con sus agresores antes de ser rescatado y alejado del lugar ensangrentado y con sus ropas desgarradas, informó la central obrera GSEE. 

 Los manifestantes que lo atacaron le reprochaban haber traicionado a “la causa del movimiento de trabajadores”.

 La GSEE y la central obrera de los empleados estatales, Adedy, realizaron ayer retenciones de tareas contra el ajuste que paralizaron los hospitales, los colegios y el transporte público.

 También se informó de enfrentamientos, aunque mucho menos graves, en otra protesta en la ciudad de Tesalónica, la segunda entre las más grandes del país.

 El gobierno prometió ahorrar este año cerca de 16.000 millones de euros para reducir su déficit de 30.000 millones, cuatro veces mayor a lo permitido por la Unión Europea para sus países miembros.

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