Un informe privado realizado en distintas ciudades y pueblos de Argentina reveló que durante 2021 hubo un importante deterioro en la calidad de vida comparado con el año pasado y un mayor nivel de tristeza en los grandes conglomerados. No obstante, se observa que quienes viven en localidades pequeñas sienten menos tristeza e insatisfacción laboral y se muestran más conformes con sus ingresos que quienes habitan grandes urbes. Por otro lado, en aspectos como la diversidad de especialidades médicas a más pequeña la comunidad, mayor es la disconformidad. Del estudio también se desprende que las mujeres sienten este año más estrés, tristeza, preocupación e intranquilidad.
La encuesta realizada por la Fundación Colsecor, diseñada por la socióloga Natalia Calcagno y el politólogo Mario Riorda, indagó sobre diferentes aspectos de las comunidades de nuestro país. De allí surgen datos interesantes como la insatisfacción laboral como denominador común, la merma en la satisfacción con las compras online y con el funcionamiento de los servicios públicos.
Los cuatro ejes sobre los que se estructuró la Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades fueron: Bienestar personal, Satisfacción con la vida en su localidad, el tercero abordó temas variados como la migración, confianza social, el futuro, Estado y mercado, mientras que el cuarto indagó en la participación comunitaria.
Según los resultados, las mujeres sienten este año más estrés, tristeza, preocupación e intranquilidad. Así, se observa que el 52% de ellas manifiestan estrés (cifra que desciende al 43% en los hombres encuestados), el 31% de las mujeres expresa tristeza (19% de los hombres asegura sentirla), el 59% manifiesta preocupación (el porcentaje desciende al 47% en los hombres) y el 51% de las mujeres encuestadas siente intranquilidad (43% en los hombres).
Por otra parte, la encuesta indaga además en la potencialidad migratoria. Este año, el 52% de los participantes del estudio afirma que probablemente se iría al exterior, frente a un 46% del 2020. Por otro lado, la posibilidad de migrar de ciudades grandes hacia las pequeñas dentro de nuestro país se mantiene alta y supera el 50%, al igual que en el 2020. Asimismo, aumenta la potencialidad migratoria de localidades pequeñas a grandes.
Se observa también una baja en la participación en instituciones y un aumento en la participación política. La valoración del Estado y el Mercado baja de 7 puntos a 6 este año. Por otro lado, la solidaridad se manifiesta como máximo valor, a pesar de estar viviendo un contexto pandémico, el sentimiento de cooperativismo, solidaridad y bienestar colectivo se destaca por sobre la autonomía y las libertades personales.
Trabajo, compras y servicios
Al ser consultados por la oferta laboral que existe en su localidad y los ingresos que perciben, los encuestados coincidieron en una respuesta de disconformidad respecto al tema. Esa sensación va en aumento cuanto más habitado es el distrito.
Respecto a la satisfacción que tienen con las compras online en el distrito que habitan, los consultados manifestaron una notoria insatisfacción respecto al 2020.
En tanto, cuando consultaron a los entrevistados por los servicios públicos en sus respectivos distritos, una buena parte manifestó mayor insatisfacción respecto al funcionamiento, aunque con menor intensidad en las grandes ciudades
Percepción según el tamaño del territorio
La Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades realizada por la Fundación COLSECOR desagrega también los resultados según el tamaño de las comunidades, según sean pequeñas (-10.000 habitantes), medianas (entre 10.000 y 35.000 habitantes), intermedias (entre 35.000 y 100.000 habitantes) y grandes (más de 100.000 habitantes) de nuestro país.
De esta forma, se observa que quienes viven en localidades pequeñas sienten menos tristeza e insatisfacción laboral y se muestran más conformes con sus ingresos que quienes habitan grandes urbes. Por otro lado, en aspectos como la diversidad de especialidades médicas a más pequeña la comunidad, mayor es la disconformidad.
En esta línea, se observan enormes diferencias sobre la percepción de inseguridad. En general se advierte que esta es mayor que en el 2020, muy alta en grandes ciudades y baja en pequeños pueblos. Por otro lado, la preocupación por el narcotráfico es transversal, aunque levemente menor (pero igual de significativa) en pueblos.
Al abordar las percepciones en torno a los servicios públicos, se observa una satisfacción promedio sobre el funcionamiento, aunque bastante menor en grandes ciudades. En el caso de Internet, se percibe como “aprobada” indistintamente del tamaño de la localidad.
En relación a la participación, se manifiesta más colaboración comunitaria, intervención en organizaciones deportivas, cooperativas, asociaciones civiles y profesionales en las localidades más pequeñas.
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