El Hincha

no es una carta de amor

Dura misiva de Joel Amoroso: “Quiero alejarme de los que no cumplieron”

Joel Amoroso escribió una carta que cuestiona duramente a la dirigencia leprosa y al juez, y solicitó ser jugador libre.


La novela de Joel Amoroso suma día a día nuevos capítulos. Y el final es incierto. Cuando muchos suponían que el delantero iba a quedar libre por falta de pago, el Tribunal de Disciplina prefirió esperar, y el viernes recibió un oficio del juez Fabián Bellizia que lo obliga por ahora a mantener esa postura de no darle el pase al ex Olimpo.

El jueves el Tribunal de Disciplina optó por esperar una semana más para definir la libertad o no del futbolista, y ayer el juez Bellizia envió un escrito donde se solicita que no se le otorgue la libertad de acción hasta que se corrobore con certeza si es correcto tomar esta medida.

Bellizia intenta defender al patrimonio de Newell’s, que pagó 1,3 millones de dólares por del jugador, pero además encontró que tanto la documentación que presentó la dirigencia leprosa como la que trajo de la charla con Marchi de la semana pasada no es clara. Y por eso definió que no se puede darle la libertad del jugador.

Obviamente esto molestó mucho a Amoroso y su entorno, y su representante fue muy duro ayer al decir que “el juez no tiene ningún interés en solucionar el conflicto”.

“Ya estaba firmado el dictamen del Tribunal de Disciplina sobre su libertad de acción. Es una vergüenza este fallo del juez, no tiene ningún criterio. El jugador no ve un centavo hace siete meses y encima no lo dejan trabajar”, disparó Baccega.

“No tengo dudas que hubo presiones al juez por parte de los dirigentes. Después de haber pagado 1.300.000 dólares limpios por el pase, si Joel queda libre sus familias tienen que mudarse de Rosario”, opinó.

Por otra parte, Belgrano ya tiene un acuerdo de palabra con el futbolista, incluso el DT Sebastián Méndez reconoció en conferencia de prensa que lo espera para esta semana, aunque sin el fallo a favor del Tribunal de Disciplina, el club cordobés no puede hacer nada.

Newell’s, en tanto, espera que el futbolista no quede libre, y tiene dos alternativas: lo utiliza Llop a pesar de la resistencia de los hinchas, o lo cede a préstamo a Tigre, que tiene un cupo abierto por la lesión de Martín Galmarini.

El final es incierto. Y lo que hoy parece ser un hecho, mañana no lo es. Y como todas las partes están en falta y también tienen razones para sostener su postura, la definición no es sencilla.

 Carta de Amoroso

En medio de tantas idas y vueltas, Joel Amoroso escribió una carta que entregó a los medios donde cuestiona que no le den la libertad y trata a los directivos leprosos como “los malos de la película”.

“Soy un trabajador. Un trabajador que tiene la esperanza de que el fútbol argentino esté decidido a cambiar y a dejar de proteger a los malos de la película. A ver si lo entienden: cómo y dónde creen que estaría yo si Newell’s me hubiese pagado en tiempo y en forma? Estaría en Newell’s, ejerciendo mi profesión. Si mi realidad hoy no es esa, no tiene que ver conmigo. Tiene que ver con aquellos que ejercen prácticas que el fútbol argentino, según el discurso oficial, pretende dejar atrás”, reza el comienzo del texto.

Y sigue: “De verdad alguien puede castigarme por pretender trabajar, luego de 7 meses de incumplimiento? Y lo que es peor: alguien puede avalar y proteger a quienes buscan negarle la libertad para trabajar a un jugador damnificado por el tipo de dirigencia que destruyó al fútbol argentino? Esto no es un capricho. Esto de trata de ser o no ser serios. De si se ratifica con hechos lo que se dice por un micrófono a la hora de hablar sobre el nuevo fútbol argentino. Yo hoy necesito que los que proclaman nuevas reglas y nuevas conductas, no se pongan del lado de los que quieren volver al pasado”.

Continuando con su duro discurso contra la dirigencia leprosa y el aval de AFA, el delantero concluyó: “Yo no estoy acá, hablando con ustedes, por haber hecho algo mal. Estoy en una situación de presión absoluta por ser un trabajador que quiere dejar de estar sometido por gente que no hizo ni hace bien las cosas. Ser futbolista es un trabajo digno. Yo quiero dignidad. Quiero alejarme de los que no cumplieron y quiero trabajar en un club cumplidor. No me pueden negar esa posibilidad. Si realmente quieren empezar a escribir una historia seria y creíble, no me nieguen la posibilidad de trabajar. No quiero hablar mal de Newell’s, ni del juez. Lo que habla mal de ellos es lo que hicieron durante tanto tiempo conmigo. Yo sólo quiero decir las cosas como son. Tengo derecho a trabajar porque quiero seguir las reglas. Si alguien desobedece las reglas, que se haga cargo. Yo necesito trabajar”.