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Quedó malherido

Dura derrota de la Lepra en San Juan

El equipo de Lucas Bernardi cayó 2-1 ante San Martín y llega al Clásico con la soga al cuello.


Mal planteado desde lo táctico. Mal interpretado por los jugadores. Poca actitud para revertir el temporal y mucho desconcierto. Newell’s arrancó el 2016 con las mismas dudas del año pasado. Y perdió en San Juan frente a un San Martín que aprovechó las ventajas y desnudó las falencias del conjunto de Bernardi. Y dejó a la Lepra malherida de cada a un clásico que va a ser decisivo en todo sentido.

El partido fue frenético y desprolijo. Newell’s demostró que el esquema 3-4-3 no estaba tan trabajado y el equipo se mostró partido, algo incisivo en ataque, en especial cuando la pelota pasó por Lucas Boyé, pero muy dubitativo en defensa.

San Martín, con sus limitaciones y en etapa de formación, tampoco mostró demasiadas luces, e incluso Ardente tuvo que poner el pecho a la balas y salvar al equipo con algunas atajadas importantes.

Maxi anunció con un remate potente al minuto y respondió el arquero local. Y también hubo una ráfaga cerca de los 20 minutos, donde Ardente se lució ante un remate de Boyé y un cabezazo de Domínguez, y luego el palo le ahogó el grito al ex delantero de River.

Pero Newell’s atrás dudaba ante cada avance del rival. Y sufrió toda la tarde. Unsain salió mal y casi anota Salas. Y luego el arquero metió un manotazo salvador ante un cabezazo en contra de Paz. Pero nada pudo hacer ante un cabezazo de Denning tras centro de Salas.

El gol no sorprendió, pero golpeó. Y Unsain tuvo que salir apresurado y salvar ante Molina en otro mano a mano.

Bernardi se mostró desconcertado y no hizo nada en el entretiempo. Y San Martín aprovechó las dudas, esta vez del arquero leproso, y Mattia anotó el 2-0 de cabeza.

Los ingresos de Formica y Mancini corrigieron la parte táctica, pero a esa altura la suerte estaba echada. Newell’s era un grupo de jugadores tirado en la cancha con algo de ganas y pocas ideas. Salvo Lucas Boyé, que hizo todo para ganar, incluso un gol, pero no lo acompañaron.

Así la derrota se consumó sin sobresaltos. Y la Lepra inició el torneo con un golpe que hace tambalear todo lo que intentó construir Bernardi en la pretemporada. Ahora viene el Clásico, un partido que puede marcar el final de un ciclo, o darle vida a un equipo que ayer entro en terapia intensiva.

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