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Abreviado

Dura condena por robos a consultorios

El acuerdo abreviado fue homologado en los tribunales provinciales donde Raúl Romero, de 39 años, fue condenado a una pena única de 17 años de prisión efectiva y declarado reincidente.


A fines de 2015, un hombre con gafas oscuras ingresó a una clínica odontológica de Pichincha a solicitar un turno para su madre, lo que resultó ser un ardid para asaltar el consultorio. Sin exhibir armas, una amenaza verbal alcanzó para que la empleada le entregue unos dos mil pesos que había en la caja. Parte del robo quedó filmado y 14 meses después, la Policía lo detuvo y le achacó otros cinco atracos a clínicas y centros de salud privados. Ayer fue condenado por esos hechos a diez años de prisión, una pena alta por ser convenida en un juicio abreviado en el que se unificó un castigo anterior y quedó en 17 años de cárcel.

El acuerdo abreviado fue homologado en los tribunales provinciales donde Raúl Romero, de 39 años, fue condenado a una pena única de 17 años de prisión efectiva y declarado reincidente. Según informó el Ministerio Público de la Acusación, la fiscal de la Unidad de Investigación y Juicio, Juliana González, le imputó los delitos de robo calificado por el uso de arma de fuego, cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada, en concurso real con privación ilegítima de la libertad en seis hechos.

Las mismas fuentes detallaron que el último hecho que se le achacó tuvo lugar el 5 de enero de 2016, una semana antes de su detención, en la Clínica de la Costa de calle Vieytes al 300.

Por la descripción aportada por tres víctimas del hecho, los investigadores lo relacionaron con el robo ocurrido el 13 de noviembre de 2015 en la clínica odontológica Las Condes, de Alvear 385. Pero además le achacaron los robos en el Grupo Laser Visión, de Moreno al 1300, en el Centro Oftalmológico de bulevar Oroño al 1000, en el Centro de Manos y Hombros de Rodríguez al 800, en el sanatorio Británico de Paraguay y Wheelwright y en la clínica de Cirugía Estética de Catamarca al 2900.

Según informó la Policía durante la investigación, el hombre solía modificar su aspecto físico para no ser reconocido, y era común que se tiña el pelo con tonos distintos y que cambie el marco y estilo de los lentes. También añadieron que fue una filmación la que complicó su situación.

Fue por eso que entre los objetos que los policías buscaron durante el allanamiento en el que fue detenido figuraban un par de zapatillas y una remera con características particulares que fueron cotejadas con las imágenes fílmicas.

Las mismas fuentes informaron que al momento de la detención, Raúl registraba un pedido de captura del Juzgado de Ejecución penal por no haber regresado a prisión tras una salida transitoria, correspondiente a una causa del sistema conclusional. La misma estaba activa desde 2013 por una condena a siete años.

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