Antes de decidir si se aparta de la contienda en el PJ, el ex presidente Eduardo Duhalde salió hoy a reclamar “transparencia” al oficialismo partidario y dijo que una señal en ese sentido sería designar a Antonio Cafiero al frente de la Junta que controlará la elección interna.
“Una señal concreta en esa dirección sería que Cafiero fuera designado al frente de la Junta electoral”, dijo Duhalde.
El candidato a presidente hizo estas declaraciones como paso previo a analizar la posibilidad de no competir en las elecciones internas del PJ y presentarse, en cambio, a través de un espacio partidario propio en 2011, como lo anunció otro aspirante peronista a la Casa Rosada, Felipe Solá.
Tanto Duhalde como Solá cuestionaron aspectos de la reglamentación de la reforma política sancionada el año pasado a instancias del Gobierno, que incluye una férrea reglamentación del proceso de elecciones internas, abiertas y obligatorias en los partidos políticos para designar a sus candidatos.
Uno de ellos, según hizo notar Duhalde, es que un aspirante a competir en la elección interna necesita del aval de la conducción partidaria de al menos cinco de los 24 distritos en los que se encuentra dividido el país.
Actualmente, ese aval se torna prácticamente imposible para cualquier candidato disidente -llámese Duhalde, Solá o Francisco De Narváez- porque el ex presidente Néstor Kirchner decidió retormar la conducción partidaria una vez que se aprobó la reforma política en el Congreso y la Legislatura bonaerense.
Kirchner fijó así una estrategia para que el sello del PJ sea utilizado por él mismo o por un dirigente de su espacio -es muy comentado el “plan B” que recaería en el gobernador Daniel Scioli- de cara a las elecciones generales de 2011.
En este escenario, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, un hombre del gobernador Scioli, sostuvo que con su decisión tanto Duhalde como Solá “arrugaron”.
Pérez consideró que “no tienen sentido” las dudas que manifestaron sobre la transparencia del proceso electoral porque “existen garantías en la ley de internas abiertas y simultáneas”.
“Si quieren hacer perder al peronismo, si quieren debilitar, que haya más de un candidato”, dijo el funcionario, quien recogió el guante de las críticas de Duhalde y Solá.
La última vez que el peronismo fue dividido a la elección general para presidente, dos de sus candidatos, Carlos Menem y el propio Kirchner, llegaron a la instancia de la segunda vuelta en 2003, pero el riojano se bajó del balotaje ante la certeza de que terminaría ampliamente derrotado en esa instancia.
En aquella elección, un tercer candidato peronista fue Adolfo Rodríguez Saá, actual senador por San Luis.
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