Economía

Uso discrecional de fondos públicos

Dudas sobre el destino de una caja millonaria del Estado

La Nación vació una unidad que ejecutaba obras de infraestructura con lo recaudado por impuestos al combustible. “Hoy no contamos con información de a dónde se distribuyen” los fondos, expresó un ex funcionario santafesino


Cada vez que los argentinos cargan combustible, ya sea gasoil, nafta o GNC, un porcentaje de ese valor se destina a subsidios para el transporte y a obras viales o hídricas. La unidad ejecutora de ese proceso era la Ucofin y el destino de esos miles de millones de pesos estaban afectados a obras específicas que podían seguirse en su página web. Pero el gobierno nacional decidió una disolución de facto de la Ucofin, que ya no sólo depende del Ministerio de Hacienda, sino que ahora también el Ministerio de Transporte y el Ministerio del Interior manejan algunos fideicomisos destinados a obras de infraestructura vial o hídrica. Sin embargo, ninguna de las carteras acusa detalle público sobre el uso de esos cuantiosos millones de pesos. Los impuestos se recaudan día a día, pero ¿a dónde van a parar?

La Ucofin (Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura) fue creada en 2001 y a partir de allí se encargó de llevar el registro de la recaudación, la planificación y afectación a obras y subsidios de los impuestos al gasoil, naftas y GNC. Cada vez que los ciudadanos cargan combustible, el 22% del valor del litro de gasoil, el 5% del litro de nafta y el 9% del metro cúbico de GNC son recaudados por la Afip, depositados en una cuenta del Banco Nación y destinados a subsidios para el sistema de transporte, u obras viales, ferroviarias o hídricas definidas previamente por la Ucofin.

¿Cuánto es el monto? Las últimas estadísticas oficiales disponibles hablan de que el gravamen sobre las naftas recaudó 532 millones de pesos en diciembre de 2017 y el referido al gasoil 3.287 millones de pesos en junio de 2017. Son datos de un solo mes, o sea que teniendo en cuenta la progresión en el tiempo y el aumento exponencial en el precio de los combustibles, es una caja importante de cientos de millones de pesos.

Ahora que esa unidad ha sido vaciada y los fondos manejados por los ministerios de Transporte, Hacienda e Interior, no se sabe bien a dónde se destinan ni qué uso se le da, otorgando un amplio margen de maniobra para su uso discrecional. Además, desde la llegada del macrismo al Ejecutivo nacional, no hubo auditorías respecto de la Ucofin: los últimos controles de la Auditoría General de la Nación datan de 2014.

En el Boletín Oficial apenas se encuentran algunos decretos que destinan a los ministerios de Transporte, Hacienda e Interior como autoridades de aplicación de los fideicomisos, pero en las respectivas páginas web de las carteras no se detalla a qué destinos están afectados esos fondos.

Las provincias se enteraron de este vaciamiento en una reunión que mantuvieron los ministros de Economía provinciales con Rogelio Frigerio y Nicolás Dujovne. La incógnita en torno de dónde van los cuantiosos fondos que administraba la Ucofin se da en un momento en el que el gobierno de Cambiemos anunció un brutal ajuste con una incidencia muy fuerte en la obra pública, justamente el destino de los impuestos recaudados por la venta de combustibles. Si se frena la obra pública, ¿tendrán otros destinos?

Dinero a discreción

El ex secretario de Servicios Públicos de la provincia de Santa Fe Alejandro Boggiano se mostró preocupado, en diálogo con El Ciudadano sobre el destino de estos dineros públicos: “Por supuesto que los fondos se siguen recaudando pero hoy no contamos con información de a dónde los distribuye ya sea la jefatura de Gabinete, el Ministerio de Transporte o el propio Ministerio de Hacienda”.

“Incluso se desconoce si han cambiado los criterios de distribución, que ya no eran buenos con el anterior gobierno. Siempre fue asimétrica la distribución, beneficiando mucho más al área metropolitana de Buenos Aires o a la provincia de Buenos Aires. Y hoy esos fondos que supuestamente iban a financiar también al (recientemente puesto en marcha) sistema PPP, no sabemos cómo se van a aplicar a esta primera etapa de la participación público-privada. Realmente crea un desconcierto considerable a un sistema que ya era dudoso”, agregó.

“Estos fondos tenían dispuesto por ley a qué se debían afectar y ahora desconocemos cuál es el criterio con el que se van a aplicar. Caen en el saco de la distribución discrecional a la que nos está acostumbrando este gobierno y a la afectación a algunas provincias y a otras no. Además, la norma que regula la Ucofin no fue derogada. O sea, la estructura sigue vigente, la norma sigue vigente, no ha sido reemplazada por ninguna otra norma. A lo que voy es que no se trata de cinco centavos lo que se distribuye acá. Son cientos de millones de pesos”, detalló Boggiano.

“Además es una situación de facto, porque la norma no fue derogada, es como que sigue existiendo pero lo maneja un poco fulano y un poco mengano. Creo además que se trata de una puja de poder entre un ministerio y otro por la incidencia que quiere tomar el ministro de Transporte (Guillermo) Dietrich dentro de ese gabinete. Lo que me llama la atención es que recién lo han blanqueado ahora en una reunión de gobernadores y recién ahí lo sacaron a la luz que había sido disuelta la Ucofin”, finalizó Boggiano.

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