“Siempre dudé de mi mismo, incluso en los mejores años. Y creo que eso forma parte de mi éxito: buscar siempre el detalle que puedo mejorar”, dijo el piloto de 41 años, siete veces campeón del mundo, en una entrevista cruzada con Dieter Zetsche, presidente de Daimler, la casa madre de Mercedes.
A pesar de su larga ausencia, Schumacher sigue estando obsesionado con conseguir un nuevo título y dice que “sólo puede aspirar a esto”.
“He vuelto a encontrar el placer que había perdido” de conducir un monoplaza, asegura, y recuerda que al principio de su carrera, en 1991, fue con un Mercedes que consiguió entrar en un Gran Premio.
Schumacher fichó por Mercedes después de que la marca alemana comprara el 75,1% de Brawn GP, ex Honda F1, la escudería que Ross Brawn había retomado en 2009 y que consiguió el mundial de pilotos y de constructores.
El primer Gran Premio de la temporada se disputa el próximo domingo en Bahréin.
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