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Drogas: el Concejo pidió sumar a la Universidad

Un proyecto de León sugiere que, incluso, se analicen las pastillas que se consumen en fiestas. Se busca que los usuarios de drogas de venta ilegal tengan información y contención estatal.


El Concejo Municipal aprobó un decreto para que el Centro de Estudios Avanzados en Drogadependencia y Sida, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), empiece a trabajar con el Ejecutivo en políticas de reducción de daños, esto es, buscar que los usuarios de drogas de venta ilegal cuenten con información y contención estatal aun si continúan consumiendo. El proyecto de la presidenta del cuerpo legislativo, Daniela León, pide a la Municipalidad que junto a la organización, atada a la Asociación de Reducción de Daños Argentina (Arda), diseñe estrategias de acción. León declaró que además deben capacitar al personal que controla las fiestas electrónicas y realizar un relevamiento de las drogas que se consumen allí.

Según el decreto aprobado, los legisladores pidieron que el Ejecutivo incluya al centro de estudio “para evitar que en la ciudad de Rosario ocurran episodios como los de la trágica fiesta electrónica de Costa Salguero”. De acuerdo con León, es un equipo de investigación y extensión de la UNR con una larga y reconocida experiencia en la materia. Por eso, insistió la promotora de la iniciativa legislativa, podrá ayudar al municipio en el diseño e implementación de estrategias para evitar y reducir los daños que pudieran ocasionar las drogas entre los asistentes a este tipo de eventos.

El proyecto en cuestión busca a la larga generar un mapeo del consumo en la ciudad. “Este tipo de fiestas se realizan con bastante frecuencia en Rosario. La proliferación en Buenos Aires de las drogas que ocasionaron las muertes (en Costa Salguero) nos puso en alerta. Para ocuparnos del tema, y no simplemente estar preocupados, hicimos una serie de consultas y verificamos que el Centro tiene mucho para aportar”, comunicó la presidenta del Concejo.

León dijo que este equipo multidisciplinario de científicos y profesionales de la UNR conoce la implementación de experiencias en otras ciudades del mundo pero también tiene un recorrido importante en Argentina. “Por eso, le encomendamos al Departamento Ejecutivo que le dé intervención mediante la firma de un convenio. Nuestra idea es que se debe actuar con la mayor celeridad posible”, remarcó León.

Antecedentes

Entre las consideraciones del pedido está lo publicado por El Ciudadano en la edición del domingo. Entre 1994 y 2010, el Centro y Arda fueron los responsables de poner en funcionamiento talleres de reducción de daños en el Centro Regional de Salud Mental Agudo Ávila, armar campañas de comunicación y algo más novedoso para la época: entregar material descartable para consumidores de drogas de venta ilegal endovenosa.

Entre 2000 y 2001 había más de 7 mil consumidores de cocaína vía jeringa en el Gran Rosario. Se inyectaban más de 20 veces por día y lidiaban con el peligro de contraer HIV por uso compartido de agujas. Más adelante, integrantes del centro de estudio y Arda se pararon afuera y algunas veces adentro de las fiestas electrónicas de Rosario, Córdoba y Buenos Aires para testear las pastillas que se consumían. Con esa prueba intentaban chequear que la sustancia que iban a consumir fuera efectivamente éxtasis y no otra, por ejemplo, una anfetamina como la mentada pastilla Superman.

Además de agua, los voluntarios del centro de estudio y Arda distribuyeron dentro y fuera de las fiestas información de los efectos de cada droga y cómo no mezclar determinadas sustancias. La última fiesta donde tuvo presencia Arda en Rosario fue en 2010. Como señaló la referente del centro Silvia Inchaurraga a este medio, en los últimos años la presencia en las fiestas cayó por falta de acompañamiento estatal.

Para sumar

El Centro de estudios cuenta con material donde se analizan experiencias en reducción de daños en Europa.

“La cuestión que se abordó es tener un plan alternativo para cuando la prevención del consumo de drogas fracasa. Definimos un plan de acción dirigido a que los especialistas intervengan en los aspectos operativos”, informó León, quien agregó: “Encomendamos a la Intendencia que actúe de manera conjunta en la definición de las estrategias de reducción de daños, en la capacitación del personal que estará en el terreno cuando haya este tipo de fiestas y en el relevamiento de las drogas que se estén consumiendo en los eventos. Ya vimos lo que ocurrió en Buenos Aires por falta de preparación ante la crisis”.

También se pidió al Ejecutivo que el Centro de estudios haga otro tipo de asesoramientos. De éstos, se llegará a un mapeo del consumo y de los riesgos en la ciudad. “Recurrimos a la Universidad porque sabíamos que allí estos temas han sido cuidadosamente estudiados. Hay más de 15 años de experiencia y contactos con especialistas de todo el mundo. Frente al peligro de la droga debemos trabajar juntos y cuidar a nuestros jóvenes con todas las herramientas disponibles”, concluyó León.

Desde el municipio insistieron con que hace dos décadas que aplican políticas de reducción de daños aun cuando reciben críticas de los defensores del prohibicionismo. De hecho, se lanzará en mayo una mesa intersectorial de adicciones (ver página 3) donde se coordinarán tareas de médicos, trabajadores sociales, terapeutas y demás personal municipal en contacto con situaciones de adicciones. Dependerá del gabinete social y con dos secretarías a la cabeza: Salud Pública y Promoción Social.

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