País

En un paraje de Añatuya

Drama en Santiago: violaba a sus hijas y, luego, a una nieta

Abandonaron de a poco a su padre por los abusos a los que las sometía, pero dejaron a sus propios chicos en la casa. Una maestra descubrió todo


La historia fue descubierta por una maestra: un hombre de 63 años que vivía en un paraje alejado de Añatuya, en Santiago del Estero, violaba sistemáticamente a sus hijas, que poco a poco lo fueron abandonando dejándolo con sus cinco nietos, cuatro varones y una nena. A la chica también la abusó, desde los 11 hasta los 15 años. Está detenido.

Distantes de la ciudad y con escaso contacto con otras personas, los chicos tuvieron en el paraje de General Taboada como casi única fuente de información y costumbres a su abuelo. Por eso, a ninguno le pareció objetable que el hombre llevara a su cama a su hermanita, de 11 años. “Vamos vieja, a la cama”, solía invitar a la niña de acuerdo a los relatos que trascendieron desde el ámbito judicial. Estos actos abusivos se repitieron, al menos, hasta que la chica cumplió los 15 años. Para entonces, publica el diario El Liberal de Santiago del Estero en su página web, la adolescente soportaba en silencio las burlas de sus hermanos: “Almamula, almamula”, le gritaban en su casa y, a veces, en la escuela.

Una maestra, que percibió un trasfondo sórdido en esas bromas, abordó a la menor hasta que le confió lo que atravesaba en su casa. La docente denunció de inmediato los hechos ante la Justicia y después informó al padre de la menor, un hachero alejado de sus hijos y recluido en el monte tras ser abandonado por su compañera (hija del detenido), para que también cursara la acusación en Tribunales.

Los cargos sobre el abuelo, en principio, serán “abuso sexual con acceso carnal agravado por la responsabilidad de guardador”. El caso se hizo público y las hijas del imputado regresaron a la ciudad. Allí, aportaron su relato, y ahondaron el drama: informaron a los investigadores que huyeron de la casa porque ellas también eran violadas. Agregaron que algunas habían hecho las denuncias de esos abusos en los Tribunales. Ahora, la fiscal Andrea Darwich y la jueza Gladys Liliana Lami estudian pedir análisis de ADN a todos los involucrados. Sospechan que algunos de los nietos del detenido podría ser también sus hijos.

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