Edición Impresa

Balazo fatal

Dos versiones para un crimen del noroeste

Un joven de 28 años fue asesinado ayer por la madrugada de un disparo en la cabeza en la zona del Fonavi de Mendoza y Donado, en el noroeste de la ciudad.


Un joven de 28 años fue asesinado ayer por la madrugada de un disparo en la cabeza en la zona del Fonavi de Mendoza y Donado, en el noroeste de la ciudad. Por el crimen quedó detenido un hombre de 42 años que se entregó junto con el arma presuntamente usada para cometer el crimen. Las versiones sobre el móvil del asesinato del muchacho fueron dos. Por un lado, voceros judiciales sostuvieron que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Sin embargo, fuentes policiales indicaron que el joven llegó a la casa del presunto homicida junto con un amigo con el propósito de amenazarlo por un problema desencadenado días antes. De acuerdo con esta versión, en la discusión el dueño de la casa sacó un arma y lo mató.

El crimen de Lucas Matías Pintos ocurrió ayer alrededor de las 5.30 en Pasaje Público al 7600 (altura Mendoza al 7600). Según la versión policial, el joven llegó junto a un amigo a la puerta de la casa de Rodolfo D. M., de 42 años. Los dos chicos “fueron a increpar” al dueño de la casa por un problema que habían tenido días antes frente a un minimarket que abre 24 horas ubicado a pocas cuadras, en Mendoza y Donado.

De acuerdo con esta versión, el hombre salió a la puerta, discutieron y le disparó a Lucas en la cabeza. Segundos después, un llamado alertaba sobre lo ocurrido a través del 911.

Cuando los efectivos de la subcomisaría 22ª llegaron al lugar, encontraron a Lucas tendido en el suelo junto con su amigo, quien se dio a la fuga cuando vio a los uniformados.

Siempre según la versión policial, el chico estaba armado y se perdió entre las casas del complejo. Poco después, fue encontrado en su casa aunque los pesquisas no encontraron ningún arma en su poder.

Lucas fue trasladado por un móvil del Sies al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Cuando llegó ya estaba sin vida y posteriormente los médicos diagnosticaron que murió por un disparo en el cráneo.

Rodolfo D. M. fue detenido en su casa, donde se entregó sin ofrecer resistencia junto con una pistola larga calibre 22 marca Browning, con la numeración borrada.

Desde la Fiscalía de Homicidios, la versión judicial fue distinta. La investigación recayó en el fiscal Ademar Bianchini, quien barajaba como principal hipótesis que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Es decir, que la víctima había sido asesinada por un ladrón que lo había abordado con fines de robo. El hombre de 42 años será imputado hoy por el crimen en una audiencia donde el caso será ventilado y podrá establecerse la mecánica de la agresión que terminó con la vida del muchacho.

Comentarios