Ciudad

Tragedia en el agua

Dos niños murieron ahogados en piletas de Rosario y Funes

Un nene de cuatro años y una bebé de un año y medio perdieron la vida tras un des cuido de los mayores que estaban con ellos.


Dos nenes fallecieron ahogados en la pileta en dos hechos donde los padres los perdieron de vista. Ambos ocurrieron el domingo. Uno de ellos tuvo lugar en Rosario, en Campodónico al 2900, en el extremo sudoeste de la ciudad, y la víctima fue una nena de un año y medio. Cerca de tres horas después, en Funes, un nene de 4 años cayó a la pileta de una casaquinta que su familia alquiló para un bautismo. En ambos casos se realizaron maniobras de rescate, sin éxito. Según la instructora de rescate infantil, Natalia Caramellino, la muerte por inmersión en piletas es la primera causa de fallecimiento accidental para nenes de 1 a 4 años.

El primer accidente ocurrió el domingo cerca del mediodía en Rosario, en una vivienda ubicada en Campodónico al 2900. La víctima es una nena de un año y medio, a quien personal del Sies intentó reanimar sin lograrlo. Aparentemente la menor estaba en un fuentón cerca de la pileta y cayó al agua más profunda sin que nadie lo advirtiera a tiempo.

El otro caso ocurrió cerca de las 15 en Tucumán al 1300 de la localidad de Funes durante el festejo de un bautismo. Un nene de 4 años, Gael P., fue hallado por otro menor en la pileta, mientras los adultos estaban en el parrillero trasero de la quinta. Personal del Sies intentó reanimarlo por más de una hora, pero el niño falleció.

En ambos casos intervino la fiscal Valeria Piazza Iglesias.

Recomendaciones

La instructora de rescate infantil Natalia Caramellino brindó tres recomendaciones básicas para prevenir accidentes en piletas. En primer lugar, destacó la supervisión constante del adulto. “Mirar el celular un segundo puede significar que el nene se ahogue. El ahogo es muy silencioso ya que el nene no puede llorar bajo el agua”, advirtió la especialista.

La segunda medida es realizar un cerco perimetral que dificulte la llegada del menor al agua. Según indicó, esta barrera física debe tener como mínimo 1.20 metros de alto, barrotes verticales (y no horizontales para impedir que los menores puedan trepar), con una separación de menos de 10 cm entre sí. Debe tener una puerta de acceso que cierre y trabe automáticamente.

Por último, la instructora recomendó el método de auto rescate infantil denominado Infant Swimming Resource (ISR). “Si el nene llega solo al agua el único que puede hacer algo es el niño. Si sabe cómo responder lo soluciona y espera la llegada de un adulto”, señaló Caramellino. El método se enseña a niños de entre 6 meses y 6 años. En bebés que no caminan se les enseña a girar boca arriba para poder respirar. A partir que aprenden a caminar se les indica a seguir una secuencia: nadar con cabeza bajo el agua y ojos abiertos, girar boca arriba para descansar, y volver a nadar boca abajo hasta alcanzar una escalera o lugar seguro.

“Entre 100 a 120 chicos mueren cada año. Ese número multiplicado por 5 son los que quedan con lesiones permanentes debido a la asfixia”, indicó Caramellino.

La instructora resaltó que en caso de encontrar un nene en el agua es fundamental realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar. “Aunque el adulto no tenga conocimiento es importante improvisar respiración boca a boca y compresiones. Las maniobras son cinco insuflaciones iniciales para meter oxigeno y 30 compresiones o masajes cardíacos. Deben repetirse hasta que llegue la ambulancia”, sostuvo Caramellino y aseguró que en los últimos 10 días tres niños de entre 2 y 4 años se salvaron gracias a maniobras de RCP.

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