Política

Balance

Dos meses de Alberto: las expectativas positivas sobre el futuro se mantienen

Según Analía Del Franco el presidente conserva un 63% de imagen favorable y la gestión está en niveles similares. El impacto de las primeras medidas y una fecha clave: principios de marzo


Por Damián Verduga / Diario Tiempo Argentino

El Toyota Corolla plateado subió la rampa del estacionamiento ubicado en el subsuelo del edificio River View, en Puerto Madero. Cruzó la puerta automática que se había abierto y pasó junto a los periodistas apostados en la vereda y la calle. Las cámaras de televisión captaron en ese corto trayecto una imagen singular: el presidente electo de la Argentina, Alberto Fernández, iba en el asiento del conductor, con la ventanilla baja, y manejando su propio vehículo. Se dirigía a la ceremonia en el Congreso Nacional que lo formalizaría como jefe de Estado.

El gesto tenía múltiples mensajes, pero había uno en particular que el entonces presidente electo había repetido durante la campaña electoral: “Yo soy uno de ustedes”, o podría agregarse, soy igual que ustedes, uno más.

Mañana, lunes 10 de febrero, habrán transcurrido dos meses de ese momento y de la ceremonia de asunción de Alberto F., que fue protocolar en el Parlamento y popular en la Plaza de Mayo. Ha corrido algo de agua bajo el puente. Se tomaron diversas medidas, algunas más simpáticas que otras. La renegociación de la deuda en moneda extranjera, al igual que le ocurrió a Néstor Kirchner en el 2003, cuando Fernández era su jefe de gabinete, ocupa el eje central de la acción del ejecutivo y pone el marco y los límites en la búsqueda de ese complejo equilibrio al que aspira  el Gobierno nacional: reactivar el mercado interno logrando equilibrio fiscal y superávit comercial. Son metas paradojales, así que el punto medio entre ambas es una diagonal que necesita de trabajo quirúrgico para ser encontrada.

En este contexto, ¿cómo sigue la relación del presidente y su gestión con la opinión pública, a 60 días de haber asumido el poder?

La encuestadora y socióloga Analía del Franco sostuvo que el gobierno aún goza del crédito de una gestión que recién se inicia y que hay ciertas medidas que han aumentado la confianza en el jefe de Estado. “La imagen positiva de Alberto, según nuestra última medición nacional de fines de enero, está en el 63% y la aprobación de la gestión más alta”.

Del Franco puso el acento en un dato que siempre es clave para los oficialismos, las expectativas sobre el futuro. “Un 60% cree que en el mediano plazo mejorará su situación personal  y un 53 piensa lo mismo sobre el país”. Según la socióloga, estos datos muestran que “hay confianza en el presidente”.

Sobre las medidas concretas, Del Franco destacó que “la tarjeta alimentaria y el relanzamiento de los Precios Cuidados tienen un alto nivel de aprobación”.

La política más antipática que tomó el nuevo gobierno desde que asumió fue la suspensión de la movilidad jubilatoria, que con la reforma realizada por Mauricio Macri en 2017 se actualizaba por la inflación. En un marco casi hiperinflacionario, esa forma de actualización -esta es la visión del gobierno- sólo le pondría más leña al fuego de los precios. Según Del Franco es un tema “controvertido, la mayoría opina que las primeras no perjudican a los jubilados”.

Para Ricardo Rouvier, “el gobierno aún conserva con la opinión pública el crédito de los que recién arrancan y la expectativa de que las cosas van a mejorar”.

“Además -agregó el sociólogo- la sociedad mantiene una posición muy crítica de lo que fue la gestión de Macri, incluso muchos de los votantes que no respaldaron en primera vuelta a Alberto y a Cristina (Fernández) entienden que estamos en una etapa diferente”.

Al analizar la última actividad presidencial, la gira por Europa, Rouvier remarcó: “Ese viaje implica una vinculación más cercana de la Argentina con los países centrales, sin abandonar el asilo a Evo Morales ni cambiar la posición sobre Venezuela. Desmonta el fantasma creado por el macrismo sobre un supuesto populismo aislacionista y genera expectativa”.

“El clima general de la sociedad es de confianza en el presidente -agregó el consultor, aunque luego aclaró- : Hay mucha preocupación por la inflación y por cómo será el ajuste de jubilaciones en marzo. La gente no está viendo que los precios se frenen. Marzo será un mes más complicado y más decisivo”.

El coordinador del Observatorio de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Carlos De Angelis, tuvo una opinión distinta a la de sus colegas. “Me parece que si uno mira los datos históricos de los primeros meses de los nuevos gobiernos, Alberto tiene menos hándicap que otros. Macri llegó a tener una expectativa positiva del 70% al principio. Es cierto que habían prometido una suerte de paraíso y así fue la desilusión después”.

De Angelis puso el acento en el humor de los sectores medios urbanos. “La clase media, las personas que tienen un trabajo en blanco y ganan entre 25 y 30 mil pesos, tenían una expectativa diferente para el arranque del gobierno. Los salarios están muy atrasados y creo que esperaban una suerte de pacto social y un incremento fuerte de sus ingresos fijos. Eso no está ocurriendo y tampoco está claro en qué momento ocurrirá”.

El académico deslizó una crítica a la comunicación del oficialismo. Dijo:  “Una de las cosas más interesantes que hizo el ejecutivo fue desdolarizar las tarifas de los servicios públicos. Eso no se está capitalizando. Imaginemos si el colectivo saliera 60 pesos, un dólar, como en otros países de la región”.

Los tres consultores coincidieron en algo, la fecha clave para testear el humor social respecto del gobierno será en el inicio del año escolar, con las paritarias en su apogeo y la actualización de las jubilaciones sobre la mesa. Todo eso ocurre a partir de marzo. «

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