Policiales

Reconquista

Dos gendarmes “borrachos” custodiaban a un juez federal amenazado

Fue el sábado a la noche durante una guardia en la puerta de su casa. Le golpearon la puerta mientras le decían "Usted es mi Dios” y “My Lord". Les encontraron cuatro envases de vino Toro. Tres días antes, el magistrado recibió un mensaje mafioso en su despacho donde encontró un gorrión aplastado


La noche de los sábados es una de las preferidas para salir a tomar algo, quizás porque el exceso de copas se puede amenizar con el descanso dominguero. También fue la elegida por dos efectivos de Gendarmería Nacional que anteayer debían custodiar al juez federal Aldo Alurralde, luego de que el magistrado recibiera una amenaza mafiosa en su despacho donde el miércoles encontró un pájaro muerto con la cabeza aplastada sobre el escritorio.

Pero la guardia se vio burlada por los mismos vigilantes quienes le golpearon la puerta en horas de la noche con notorio estado de ebriedad. Mientras uno le repetía al juez “Usted es mi Dios” y “My Lord” con un aliento etílico, su compañero hacía esfuerzos por mantenerse en pie. Ambos uniformados fueron detenidos por su superior que les secuestró cuatro envases de vino vacíos, dos cajitas y dos botellas marca Toro.

Según informó el portal Reconquista Hoy, el episodio ocurrió la noche del sábado en el domicilio particular del juez Alurralde, ubicado en la zona rural de Nicanor Molinas, 25 kilómetros al oeste de la ciudad de Reconquista, en el norte provincial.

Minutos antes de las 22 uno de los custodios, el cabo Carlos Jesús Condori García, golpeó la puerta del juez con aliento etílico y le repitió frases como “Usted es mi Dios” y “My Lord”. La escena provocó que el magistrado alerte a las autoridades y se presentó en su casa el jefe de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales, Abel Gunler, quien observó con sus propios ojos el estado de ebriedad de los guardias, inclusive la dificultad que tenía uno de ellos, el cabo Manuel Esteban Martínez, para mantenerse en pie. Se trata del mismo agentes que estaba como jefe de la custodia y el que arrojó una bolsa hacia la cuneta donde encontraron los cuatro envases de vino vacíos.

Ante ello primero les sacaron las armas reglamentarias y luego los trasladaron a la Unidad de Gendarmería en Avellaneda donde intentaron realizarles un control de alcoholemia pero ambos se negaron. Según voceros del caso los dos serán pasados a disponibilidad para luego expulsarlos de la Fuerza.

El miércoles, cuando apareció el pájaro muerto en el despacho del juez, el magistrado dijo no tener dudas de que se trató de un mensaje mafioso, aunque era materia de investigación quién lo envió.

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