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Dos detenidos por querer robar maletín con $ 30 mil

Persiguieron varios kilómetros a un par de empresarios y quisieron asaltarlos en la zona norte.

Les dicen Tero y Toro. Ambos tienen un amplio prontuario y anteayer a la tarde cayeron tras un frustrado robo a la salida de Rosario, cuando a bordo de una moto intentaron manotear un maletín en el que un par de empresarios cordobeses llevaba 30 mil pesos. El Toro estuvo involucrado en el crimen de Pimpi Camino e incluso estuvo casi un mes tras las rejas, imputado de “encubrimiento agravado o partícipe necesario” en el homicidio del ex jefe de la barra brava rojinegra.

El hecho ocurrió alrededor de las 16 de anteayer a metros del kilómetro cero de la autopista Brigadier López. Por allí circulaban a bordo de un Ford Focus Guillermo C., de 56, y Daniel B., de 46, ambos oriundos de Córdoba y propietarios de una empresa que transporta productos agrícolas, cuando otro vehículo frenó delante de ellos de forma abrupta y los obligó a detenerse, relataron fuentes policiales.

En esos momentos, dos hombres armados aparecieron a bordo de una moto de gran cilindrada y uno de ellos disparó contra el vehículo, y luego rompió la ventanilla del lado del acompañante con la culata del arma.

Ante la amenaza, uno de los empresarios le entregó un sobre que llevaba entre sus ropas con 2.500 pesos y evitó ceder un maletín que tenía en la parte trasera del auto con otros 30 mil que acababan de retirar de una oficina ubicada en el centro de Rosario. Cuando estaban por volver a intentar llevarse el maletín apareció un agente policial que casualmente circulaba por la zona quien, al ver el suceso, no dudó en intervenir, refirieron voceros del caso.

Siempre según las fuentes de la UR II, cuando los asaltantes escucharon la voz de alto intentaron escapar en direcciones opuestas, uno a pie hacia el lado de la autopista y el otro en moto hacia la avenida de los Granaderos y luego hasta la villa La Cerámica, aunque fueron apresados una media hora después al final de una persecución policial.

La emboscada

Los empresarios habían salido de la localidad cordobesa de San Francisco a media mañana del jueves y desembarcaron en la ciudad de Rosario alrededor de las 14.30 de anteayer. A esa hora pasaron por una oficina ubicada en Córdoba y Maipú, donde retiraron 30.000 pesos en efectivo. Luego de hacer una posta para almorzar, los dos socios tomaron por la costanera rumbo a la autopista a Santa Fe.

Durante la trayectoria les llamó la atención, según denunciaron más tarde, un auto Renault Sandero que todo el tiempo estaba ubicado delante de ellos. La sospecha se concretó al llegar al acceso a la autopista, cuando el Sandero clavó los frenos obligándolos a detenerse y tras esto aparecieron los dos motociclistas que les dispararon e intentaron robarles el dinero.

Los detenidos

De acuerdo a la versión policial, el hombre que intentó huir a bordo de la motocicleta tenía en su poder un arma de guerra calibre 40 y tres teléfonos celulares. Fue identificado como Gustavo Adrián L., alias Tero de 39 años y con numerosos antecedentes penales.

Ayer fue indagado por el juez de Instrucción en turno, Juan José Pazos, al igual que el segundo detenido, identificado como Orlando David G., de 37 años, apodado Toro y tambi´n con grueso prontuario.

Este último es uno de los propietarios del bar Ezeiza, ubicado en la zona oeste de la ciudad, adonde el pasado 19 de marzo fue acribillado Roberto Pimpi Camino. Por ese crimen, el Toro pasó unos días en prisión y continúa imputado por encubrimiento agravado y/o partícipe necesario del homicidio.

En su indagatoria de ayer, el Toro negó los hechos y dijo que la Policía lo detuvo en una zona a la que concurría tres veces por semana por ser devoto del padre Ignacio.

En ese sentido expresó que sus “agradecimientos” religiosos se deben al esclarecimiento del asesinato del ex barrabrava rojinegro. Al respecto, sus abogados defensores Adrián Ruiz y José Ferrara expresaron que los policías quedaron muy “resentidos” con su cliente porque no lo pudieron detener y tuvieron que aceptar que se presentara de forma espontánea once días después del asesinato de Camino ante el juez de la causa, pese a la guardia montada por la Policía en todos los ingresos al tribunal.

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