Policiales

Estafas con la pandemia

Dos cuñados quedaron presos por vender permisos de circulación truchos y violar la cuarentena

Fueron atrapados este semana en una entrega controlada y este sábado los imputaron por concretar la venta de dos certificados falsos a 500 pesos e intentar concretar otra entrega que se frustró porque la víctima advirtió el ardid. El juez Florentino Malaponte le dictó la prisión por dos años


Dos cuñados de 37 y 35 años fueron imputados este sábado por dos estafas y un tentativa luego de ser atrapados cuando vendían a 500 pesos certificados falsos de permisos de circulación y por violar el aislamiento social, preventivo y obligatorio. La audiencia se realizó a las 8.30 con la utilización de la videollamada por las medidas de prevención para evitar la expansión del covid-19, informaron voceros de la Fiscalía.

El fiscal Mariano Ríos Artacho comenzó la investigación el lunes 6 de abril pasado luego de que los tres damnificados hicieran la denuncia. Las víctimas contaron que los certificados eran ofrecidos a través de Facebook, tenían sus respectivos códigos QR y eran comercializados a 500 pesos mediante engaños, ya que les hacían creer a quienes pagaban que eran oficiales.

Tras una semana de investigación, el lunes 14 de abril pasado, los acusados identificados como Hernán Darío M., de 35, y Germán Ariel T., de 37, fueron detenidos por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en una entrega controlada y en un allanamiento en dos comercios de calle Boman al 3000, de barrio Plata, explicaron las fuentes policiales y judiciales.

La oferta por la red social

“Tramito en el acto permisos de circulación. Más info por privado, sólo para personas responsables que lo necesiten”. Los avisos comenzaron a aparecer el lunes 6 de abril pasado en el grupo de compraventa Cirujeando, que tiene más de 350 mil usuarios, publicados por un tal Marcelo Ronco. En menos de una semana, tres víctimas denunciaron la estafa a la Fiscalía especializada en delitos relacionados con el covid-19, y al fiscal Mariano Ríos Artacho, que delegó la investigación a la AIC, según se reconstruyó tras la investigación.

Los pesquisas se contactaron al número de Whatsapp que ofrecía el usuario Marcelo Ronco en el anuncio. “No hay problema, la encasillamos en el rubro de transporte de mercadería”, aseguraron que respondió Ronco ante la consulta del interesado, quien  dijo que “no cumplía ninguna tarea que esté autorizada” por decreto.

Las medidas de investigación determinaron que Marcelo Ronco era un usuario falso. Y que detrás de la maniobra estaban dos hombres, cuñados entre sí, domiciliados en Boman al 3000, dijeron fuentes del caso.

Los detectives encargaron el certificado apócrifo a cambio de 500 pesos y utilizaron los datos de una mujer que prestó el nombre para la operación.

Entrega controlada

Fue así que los investigadores, a pedido del fiscal, pactaron un encuentro para el lunes 14 de abril pasado a las 19.45 en Lamadrid y Ovidio Lagos. Allí detuvieron a Germán T., quien llevaba consigo el encargo y a su vez se movilizaba con un certificado también falso.

“Se corrobora que los certificados son apócrifos y se llevó adelante un allanamiento en Boman al 3000, donde funciona un taller mecánico y un taller de fotografía, donde presuntamente se confeccionaban los documentos falsos. Allí se secuestra una máquina para confeccionar códigos QR, documentación de interés para la causa y computadoras, que fueron enviadas a peritar”, describió el operativo un vocero judicial.

En total, los uniformados  secuestraron una treintena de permisos truchos. “Los documentos apócrifos contaban con código QR, el cual al ser activado presentaban datos de un rubro exento para circular. Información que era falsa”, confió una fuente.

En ese lugar, atraparon Hernán M., de 35, sospechado de ser el artífice de las falsificaciones, reconstruyó el fiscal en la audiencia de este sábado.

Las estafas y la imputación

Tras contextualizar los indicios recabados en la pesquisa, Ríos Artacho hizo un breve repaso de las dos estafas consumadas y la tentativa. La primera se registró al día siguiente de que apareciera el anuncio en la red social. Fue el martes 7 de abril a las 18.30 cuando una mujer se encontró en las esquina de las avenidas Francia y Pellegrini con uno de los estafadores y pagó los 500 pesos del certificado. Además, estafaron a otro hombre con el mismo ardid e intentar hacer lo propio con un tercer damnificado pero se dio cuenta del engaño y no lograron cobrarle el dinero, describieron desde el área de prensa del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Una vez presentadas las pruebas en su contra, el fiscal pidió que se imputara a los cuñados como autores de los delitos violación a las medidas adoptadas para evitar la propagación de una epidemia, falsificación de instrumento público, un hecho de tentativa de estafa y dos estafas consumadas.

El juez Florentino Malaponte aceptó la acusación de la Fiscalía y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley para la dupla.

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