Sociedad

El sabor del encuentro

Donde ya no se aceptan medias tintas, las mujeres llevan la palabra

El 34º Encuentro Nacional de Mujeres en La Plata tendrá sus propias características astrológicas ¿Cómo se hilvanan en la historia de la lucha por los derechos de todxs?


Alma del Universo / Especial para El Ciudadano

Los días 12, 13 y 14 de octubre se dará lugar en La Plata el 34º Encuentro Nacional de Mujeres autoconvocadas (ENM) y tanto este encuentro específico como el primero tienen sus marcas en el cielo que nos ayudan a interpretarlo.

El primer Encuentro de Mujeres fue en Buenos Aires entre el 23 y 25 de mayo de 1986. Nació a la sombra de la última dictadura cívico militar y quizás por eso tenga la Luna en Escorpio: nos indica que estas eran y son mujeres que se identifican no sólo con la muerte sino también con la práctica de denunciar lo que está oculto (Escorpio saca a la luz). Es que el feminismo es la práctica de revelar lo que tenemos tan cerca de la nariz que no lo vemos, y de esto mismo se encarga cada uno de los encuentros plurinacionales que congregan a mujeres de todo el país cada año.

Por otro lado, cuando el Encuentro de Mujeres nació, Marte estaba en Capricornio, signo del statu quo, lo que nos indica que la fuerza estaba (y está) en desarmar las estructuras. Marte en el signo de la cabra-pez nos muestra además la resistencia y la continuidad del movimiento durante estos 33 años de crecimiento y visibilidad, de sostén de las luchas.

Pero quizás lo más importante es que la identidad del Encuentro está definida por su Sol en Géminis, signo de la mente y de las hermanas, de las ideas que se comunican, de la voz y de la escucha. Le rige el planeta Mercurio, que estaba en ese mismo signo sumando fuerza.

Esto es significativo porque lo geminiano parece repetirse en los hitos importantes de las conquistas feministas en Argentina: en junio de 2015 el gobierno nacional publicaba el protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo. El Sol estaba en el signo de Géminis junto a Mercurio retrógrado. La primera media sanción para el aborto no punible se dio bajo el Sol en este mismo signo apenas unas horas después de la Luna Nueva. Inicio, semilla, siembra. Por otro lado en la sesión de senadores que comenzó el 8 de agosto de 2018 el rechazo a la ley tuvo como ascendente –ya no es sorpresa– al signo de las gemelas y Mercurio se encontraba en retrogradación y combusto: la peor posición para la palabra. No importó, el mensaje podría haber sido rechazado, pero detener el sonido es tan imposible como detener la luz. Por eso una de las fotos más icónicas de esa fecha muestra una pintada en las vallas del Senado que dice: “Escúchennos, por favor”.

En el territorio argentino la liberación feminista parece ligada a la palabra, a la dualidad, a la voz. Hay algo en el sonido, en abandonar el silencio y generar ideas, que está íntimamente ligado a conquistar nuevos territorios. Nada nuevo hasta acá, excepto que pensemos que Géminis también es aprender a jugar más, a flexibilizarnos, a adaptarnos y a poner en el mismo lugar todas las versiones de una misma cosa. Es aceptar otras voces y otras ideas.

Este año la marcha final del ENM coincide con la Luna Llena en Aries: finalizaciones, acciones, formas de darse cuenta y de llevar a la luz. La Luna Llena es la oposición entre lo arquetipal masculino, el Sol, y lo femenino, la Luna. Que se dé en tensión a Plutón le agrega intensidad, pero además refuerza la dinámica del encuentro original: Plutón rige la Luna en Escorpio de ese 23 de mayo de 1986. En un país donde ya no se aceptan medias tintas, las mujeres llevan la palabra de la denuncia y el cambio con fuerza. Que este año la marea de sonido expanda la denuncia a todas las fronteras.

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