Política

Rumbo a las urnas

Domingo caliente: los argentinos eligen a su próximo presidente

Seis candidatos de seis frentes distintos pretenden guiar al país desde el 10 de diciembre. En un escenario de polarización, Alberto Fernández buscará repetir los resultados de las Paso del 11 de agosto pasado.


Llegó el día. Hoy los argentinos elegirán al presidente que gobernará al país desde el 10 de diciembre y por los próximos cuatro años. El padrón habilita a cerca de 34 millones de electores para votar en una elección general que, se espera, esté tan polarizada como las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) de agosto pasado, que llevaron al triunfo a Alberto Fernández con 16,5 puntos por encima del actual presidente Mauricio Macri, que busca un segundo mandato.

De repetirse los resultados de las Paso, que otorgaron al Frente de Todos –Alberto y Cristina Fernández– el 49,49% de los sufragios y a Juntos por el Cambio –Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto– el 32,93%, la segunda vuelta quedaría descartada. En Argentina, no es necesario realizar un balotaje si el candidato con más votos supera los 45 puntos porcentuales o si la diferencia con el candidato siguiente es mayor a los 10 puntos.

Pero el escenario actual no es el mismo que el del 11 de agosto. Al menos, no lo es en materia económica. El día siguiente de las Paso, Argentina amaneció con un peso devaluado en casi un 30% que no tardó en llegar a las góndolas. Para Macri, los responsables de ese descalabro fueron los votantes que optaron por un candidato que no daba seguridad a los mercados. Las críticas a sus dichos lo llevaron a retractarse horas después. “Los escuché”, dijo en un video en redes sociales, y anunció un paquete de medidas que incluyó la quita del IVA a los productos de la canasta básica, la modificación del piso de Ganancias y el (fallido) congelamiento del precio de los combustibles, entre otras. Fue cuestionado por tomar medidas sin analizarlas en profundidad e incluso sufrió un revés de la Corte Suprema, que obligó a Nación a devolver el dinero que dejó de ingresar en las provincias a partir de su aplicación.

Esta semana, de cara a las generales, el dólar comenzó nuevamente la escalada y el Rosario llegó a venderse a $67.

La segunda campaña

En las últimas semanas hubo dos debates entre los seis candidatos que permitieron acercar algunos de sus lineamientos ideológicos –o al menos esos que declaman en voz alta– a los votantes. Sin embargo, ni eso ni las giras que cada uno de ellos realizó por distintos puntos del país parece haber sido capaz de romper con la polarización que dejaron las Paso entre Fernández y Macri: menos del 20% de los votos fueron a las otras cuatro fórmulas. Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey (Consenso Federal), obtuvo un 8 por ciento; y las encabezadas por Nicolás del Caño (Frente de Izquierda Unidad), Juan José Gómez Centurión (Frente Nos) y José Luis Espert (Frente Despertar), quedaron todas por debajo del 3 por ciento de los votos.

Alberto y Cristina Fernández cerraron su campaña el jueves en Mar del Plata en un acto masivo del que también participó el candidato a gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. “No estamos cerrando una campaña electoral, estamos cerrando un ciclo histórico que debe hacer que la patria no vuelva a caer en manos del neoliberalismo”, fueron las palabras de Cristina. En medio de un escenario latinoamericano con una Chile que estalla en las calles por las políticas que aplica el conservador Sebastián Piñera –cuya gestión fue alabada más de un vez por Macri– esas palabras cobran aún más fuerza. La campaña de los Fernández se mantuvo en la misma línea que antes de las Paso: Cristina continuó con la gira de presentación de su libro Sinceramente; y hubo masivos actos políticos encabezados por Alberto.

De las Paso a esta parte, Macri cambió su estrategia. Desde que asumió en diciembre de 2015, las actividades públicas de las que participó el presidente estuvieron signadas por las vallas y la distancia. Las de la campaña, hasta agosto, no fueron la excepción. En Rosario, sus visitas al club Ciclón para el Día de la Bandera y la de principio de agosto al club Banco Nación, donde pronunció su ya célebre “¡No se inunda más!”, son un ejemplo de ello: para asistir había que obtener una acreditación de difícil acceso.

Pero la derrota de agosto llevó a una nueva estrategia que se materializó en las marchas del “Sí, se puede”: 30 actos en 30 ciudades durante 30 días, donde el paradigma de los algoritmos, la segmentación, las redes sociales, los bots, y el big data promovido por el consultor ecuatoriano Jaime Durand Barba fue reemplazado por lo que en Argentina es la política tradicional desde mediados del siglo XX, con actos de libre acceso que posibilitaran al presidente y candidato estar cerca de sus seguidores.

Este jueves, la fórmula Macri-Pichetto cerró su campaña en su meca: la provincia de Córdoba, el único distrito que en las Paso votó en forma inversa al resto del país y Juntos por el Cambio resultó ganador.

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