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Guerra Funes-Caminos

Domiciliaria para imputado por el crimen de Bam Bam Funes

El segundo sospechoso por el crimen ocurrido en Piñero quedó formalmente acusado. La evidencia más fuerte en su contra es la declaración de la única testigo, hoy presa como miembro de la banda, quien lo ubicó en una foto de Facebook. Por acuerdo de partes, le dieron domiciliaria y salidas laborales


Según la acusación, el Colombiano iba como acompañante en la Ford Ecosport que el 5 de febrero se cruzó ante el Audi A3 que manejaba Jonatan “Bam Bam” Funes. Desde ese lugar, disparó dos veces contra el auto y Bam Bam se bajó corriendo. Otro tirador, Emiliano Avejera, alias Jija, lo baleó hasta matarlo, relató la fiscalía. La evidencia más fuerte contra el sospechoso Damián Ch., de 22 años, detenido hace cinco días en el shopping y señalado por familiares de Funes, es la declaración de Brisa Amaral, la joven que acompañaba a la víctima. Dijo que lo reconoció en un perfil de Facebook como la persona que tiroteó el auto. Por acuerdo de partes, este viernes se dispuso un arresto domiciliario por 30 días con salidas laborales, ya que el sospechoso tiene un trabajo en blanco y no tiene antecedentes. Mientras, la Fiscalía motorizará una serie de medidas para determinar su eventual participación.

Bam Bam fue a visitar a sus hermanos Lautaro, alias Lamparita, y Alan, ambos imputados por homicidio. Era el mediodía del 5 de febrero. Llegó al penal de Piñero en un Audi A3 acompañado de Brisa, una piba de 18 años testigo del crimen devenida luego en imputada por asociación ilícita como miembro de la banda. Hoy se encuentra detenida, acusada de quedar al mando del grupo tras la caída de los hermanos Funes. Comando que comparte, según la Fiscalía, con el tío materno de los Funes, Pablo Miranda.

Brisa y Bam Bam estuvieron unas dos horas con los suyos y emprendieron la vuelta pero a poco de salir de la cárcel, al llegar al cruce de las rutas 14 y A012, apareció una EcoSport que hizo una maniobra, como si fuera a doblar. Bam Bam le dio paso y de la ventanilla del acompañante le dispararon dos veces al coche. Bam Bam decidió bajar y correr. Según la investigación Jija, ex jefe de la barra de Newell’s y quien iba en el asiento trasero, se bajó y le disparó hasta matarlo.

Para el Fiscal Miguel Moreno, en suplencia de su par Florentino Malaponte, el conductor del auto era Enrique “Cable” Solís –preso e imputado por este crimen, el de un hermano de Bam Bam, Ulises Funes, y el ataque a tiros al padre, Jorge Funes–, como acompañante iba Damian Ch., alias Colombiano, y atrás Jija, sindicado como el matador. Este último está prófugo.

Este lunes el Colombiano fue detenido en ek shopping de Junín al 500. La pareja de Bam Bam y su hermana lo vieron y llamaron al 911. El joven fue demorado por el personal policial y no opuso resistencia. Finalmente lo llevaron a la comisaría 8a. Permaneció detenido hasta este viernes, cuando fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso de dos o más personas, portación de arma, encubrimiento calificado –el auto utilizado para el hecho era robado y luego fue incendiado en San Martín y ruta 9– y daño agravado.

La evidencia más fuerte contra Damián Ch. es la declaración de Brisa, la chica que acompañaba a Bam Bam. La testigo contó que el Colombiano disparó dos veces al auto, los impactos dieron en la parrilla y el capó. Se agacharon, Bam Bam le dijo que lo ayudara y se abrazaron, pero él se abatató y salió corriendo. Jija se bajó y lo ejecutó. Ella vio todo por el espejo, cuando Jija vovió, intentó bajarse y él le dijo: “Puta, quedate arriba que te voy a matar. Te dejo viva para que lo denuncies”, y se fue, contó Brisa. Añadió que tras la muerte ingresó en un perfil de Facebook de una amiga de de Jija y Cable y entre las fotos vio la del tercer atacante y lo identificó como Damián Ch.

El imputado declaró este viernes y se desligó del hecho: “No tengo nada que ver con eso, yo estaba trabajando. No tengo que ver con ninguna de las dos partes”.

El fiscal Moreno y el defensor Carlos Varela llegaron a un acuerdo en cuanto a la medida cautelar. Acordaron un arresto domiciliario con salidas laborales durante la semana. El sospechoso trabaja en una empresa metalúrgica. Además pidieron la colocación de una tobillera electrónica. La jueza María Trinidad Chiabrera admitió la imputación y dio el visto bueno: dispuso la medida cautelar hasta el 15 de agosto.

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