Coronavirus

Ay, covid, covid

Docentes de la UNR camino al colapso: en pandemia, el trabajo está lejos de ser salud

El gremio Coad hizo una encuesta y respondieron más de 900 afiliados: 9 de cada 10 trabajan más ahora en cuarentena y en sus casas que cuando lo hacían en forma presencial. Y 7 de cada 10 soporta malestares físicos o psíquicos relacionados con sus labores a distancia. Y tuvieron que gastar plata


Docentes universitarios al borde de un ataque de nervios, o peor.  Más de 7 de cada 10 profesoras y profesores de la Universidad Nacional de Rosario dijeron tener superpuestas sus actividades laborales en la enseñanza y/o investigación con las tareas de cuidado de personas que cumplen en sus hogares, y una cantidad exactamente similar, el 70,9%, debe compartir con otra o más personas los recursos tecnológicos que utiliza para trabajar en forma remota, lo cual les complica desempeñar sus tareas. Y más de 3 de cada 4, el 75,8%, sufren o han sufrido problemas físicos posturales, musculares y en la vista; y/o psíquicos como agobio, ansiedad, dificultades con el sueño o para descansar, lo que en todos los casos asocian a su ya no tan nueva situación laboral producto de la pandemia de coronavirus.
Los datos, que ponen a los educadores e investigadores universitarios como un sector que, pese a la estabilidad laboral, está también sufriendo las consecuencias de la curva de covid-19, surgen de una encuesta de Coad, el sindicato de docentes de la UNR. El sondeo relevó la situación de 900 encuestados de las 12 facultades de la universidad pública y de sus institutos de investigación, en una muestra más que representativa, ya que abarca a una buena parte del total de la planta local.
“Balance y prospectiva sobre nuestro trabajo en el contexto de pandemia”, es el título del sondeo que se concretó a mediados de agosto y que ahora termina de ser tabulado y analizado por Coad.
La cifra más contundente de la encuesta es que prácticamente 9 de cada 10, el 88,9% de los encuestados, afirmó estar afrontando una sobrecarga de tareas laborales, es decir que trabajan más estando en sus casas y guardando aislamiento para prevenir contagios que cuando cumplían tareas en forma presencial.
Esa característica es, según surge de otros informes, una situación que cruza a la docencia en todos los niveles, ya que consultas análogas hechas por Amsafé, el gremio de los docentes de la escuela pública, y Sadop, el Sindicato de Docentes Privados, relevaron una situación similar referida por sus afiliados.
Y también, en otra situación transversal, la gran mayoría ha tenido que realizar algún tipo de inversión en tecnología y equipamiento para llevar adelante las tareas laborales.
La situación relevada por Coad es, como en los casos anteriores, uno de los pilares para sostener los reclamos salariales y por condiciones laborales de los docentes. “Para visibilizar nuestras problemáticas, se destaca la elección en la mayoría de los encuestados por la realización de campañas virtuales, articulación de jornadas con los estudiantes e implementación de apagones virtuales”, expresó Federico Gayoso, secretario General de Coad,
En la también se consultó sobre la posibilidad –cada día más imprescendible por la curva ascendente de contagios de covid-19– de llevar adelante exámenes remotos. Y más de las tres c cuartas partes de los consultados, un 76,5 %, se manifestó de acuerdo con la acreditación de conocimientos a través de exámenes remotos.
Pero a la par aparecen “algunos problemas”, debido a que las unidades académicas que cuentan con un protocolo para la toma de exámenes a distancia presenta dificultades para que los docentes puedan hacerlo: no están en condiciciones de proveer “las herramientas necesarias para llevar adelante la tarea; la ampliación de la jornada laboral que implicaría realizar un exámen con esa reglamentación; la no pertinencia para el trabajo docente de algunas de las acciones que el protocolo exige”, concluyó Coad.

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