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Empalme Graneros

Doce balas fatales frente a su casa

La víctima era “un laburante” que no tenía problemas con nadie.


“Siempre que matan a alguien, enseguida salen a decir que fue un ajuste de cuentas. Y lo de Gera nada que ver: se confundieron de tipo. Él era un laburante que no tenía problemas con nadie”. Así describieron los vecinos de Génova al 6600, en Empalme Graneros, a Daniel Gerardo Valin, el muchacho de 31 años asesinado en la madrugada de ayer de al menos dos tiros cuando estaba sentado en la vereda con un amigo. Dos hombres en moto, sin mediar palabra, abrieron fuego contra él.

Para todos, la muerte de Gera fue un error. Ayer, varios comercios linderos a su casa exhibían carteles de “cerrado por duelo” y los vecinos no podían entender lo ocurrido durante la noche anterior. Es que, según un amigo que lo conocía desde la infancia, el muchacho lo único que hizo toda su vida fue trabajar y nunca se metió en problemas con nadie.

Por eso, todos coincidieron en desmentir las primeras versiones que indicaron que su muerte fue debido a un ajuste de cuentas.

Gera nació en Empalme Graneros y era el menor de cinco hermanos. Desde muy joven empezó a trabajar viajando, primero para una empresa de venta de tornillos y, hasta hace unos meses, para una compañía de alimentos para animales en el campo. Por lo general, pasaba la semana afuera de la ciudad y sólo estaba en el barrio los fines de semana.

Desde hace un año y medio, estaba casado con Valeria, una muchacha de 27 años de Granadero Baigorria, con quien vivía en una casa que terminaron de construir hace unos cinco meses. En diciembre, el matrimonio vivió un momento de mucho dolor, cuando la joven perdió un embarazo de tres meses.

La última cerveza

La casa de Gera está en un pasillo en Génova al 6600, donde también viven su padre y uno de sus hermanos. El viernes por la noche Gera y Valeria recibieron a una pareja amiga para la cena. Cerca de la una, él salió a despedir a las visitas y en la vereda se encontró con un amigo que lo invitó a tomar una cerveza en la vereda. Según sus amigos Gera no era de beber, pero decidió quedarse y se sirvió en un vasito de plástico.

Un vecino que estaba sentado a unos 50 metros de ellos, fue testigo de la balacera. Cerca de la 1.30, llegaron dos hombres con casco en una moto Yamaha roja 135 cc. Uno de ellos se bajó, sacó un arma y, sin mediar palabras, empezó a disparar.

Según detallaron los testigos, el amigo de Gera corrió y se metió en un pozo ubicado a escasos metros. Se escucharon doce detonaciones de las cuales, según distintas versiones, entre dos y siete impactaron en el tórax y el brazo derecho de Gera. Enseguida, los atacantes se dieron a la fuga en la moto por Génova en dirección a Provincias Unidas.

El muchacho malherido se sentó en un escalón en la vereda y se apoyó contra la pared.

“Me dispararon”, repetía una y otra vez, dijo un testigo. Allí estuvo 40 minutos junto a su mujer y los vecinos y amigos, que salieron a la vereda al escuchar los tiros, hasta que fue trasladado al Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, donde falleció a las 2.45.

El hecho es investigado por la comisaría 20ª, con jurisdicción en la zona, y por la Fiscalía de Homicidios Dolosos.

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