La selección argentina se entrenó en doble turno en Estambul de cara al crucial cruce con Brasil del martes por los octavos de final del Mundial.
Mientras el entrenador, Sergio Hernández, continúa con su preparación táctica de cara al clásico contra Brasil, el principal objetivo sigue siendo lograr que el pivote Fabricio Oberto recupere su mejor forma posible, tras haber sufrido la semana pasada una enterocolitis.
El plantel realizó sesiones de pesas, en el Ahmet Comer Arena, la cancha alternativa del imponente estadio donde se realiza la etapa final del Mundial.
Lo notorio y que marca la importancia del cordobés en la estructura argentina es que pese a su evidente estado de cansancio (perdió cinco kilos), Oberto jugó para el equipo titular en el entrenamiento de la cancha auxiliar del Sinan Erdem Dome.
El jugador del CAI Zaragoza de España Paolo Quinteros habló de la tranquilidad que hay en el plantel: “Estamos tranquilos. Tenemos tiempo para preparar el partido. Nos viene bien esta pausa de cuatro días y no solo para recuperar a Fabricio, sino que además podemos aceitar los esquemas y preparar bien nuestra táctica”.
Dirigido por el cordobés Rubén Magnano, cuyo asistente es el también argentino Fernando Duro, el cuerpo técnico de Brasil sabe como contrarrestar el poderío de Argentina, considerada como el mejor equipo según la FIBA, pero que en Turquía no ha podido desplegar un juego convincente. “Sabemos que es duro y lo que significa un clásico contra Brasil. Que esté Magnano les ayuda a ellos porque nos conoce mucho, pero nosotros también conocemos a los jugadores de Brasil, sus puntos fuertes y como viven el partido. También sabemos lo que le gusta hacer a Magnano”, agregó Quinteros.
Otros jugadores argentinos que arrastran molestias musculares son el alero Hernán Jasen y el pivote Román González, pero ambos podrán ser tenidos en cuenta por Sergio Hernández.
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