Bruno Bettiol
En medio de un dolor irreparable, la familia López junta fuerza para pedir justicia por Tiziana, la chica de 15 años que fue asesinada el domingo por la madrugada a metros de un boliche en barrio Las Delicias. La adolescente había salido junto con tres amigas a festejar el Día del Amigo y murió acribillada mientras esperaba un remís para volver a su casa. En el mismo ataque falleció el supuesto destinatario de los disparos: Gustavo Germán Candia, de 29 años, y a quien las adolescentes atacadas no conocían. Este miércoles por la tardecita en barrio de La Carne habrá una marcha que se prevé masiva, para exigir justicia y recordar a Tiziana. Será el primero de muchos reclamos si no hay respuestas por parte de las autoridades.
La familia López tiene la necesidad de limpiar su nombre y, sobre todo, la memoria de Tiziana. Tras su asesinato surgieron versiones en los medios de comunicación donde investigadores en off vincularon a su familia con la banda de Los Monos como si fuera un móvil que justificara el brutal ataque. Los López se enteraron de esto en pleno velorio y les cayó como un mazazo, contó la familia, la cual agregó que, hasta el cierre de esta edición, ningún funcionario policial o judicial se había comunicado con ellos.
“Me duele lo de la familia pero lo primero que pensé fue en mi nena, en su imagen. Era una princesa. Tengo cuatro hermanos re unidos. Somos gente honesta. Tengo dos hermanos choferes de colectivos, mi hermana es portera y mi pareja atiende una granjita de 15 a 23. Yo hasta hace poco manejé un taxi y soy técnico de fútbol de divisiones inferiores: somos una familia normal”, dijo entre lágrimas a El Ciudadano Alejandro López, el papá de Tiziana. El hombre se vio obligado a desmentir rumores infundados. Y dio su nombre y DNI para que chequeen si posee antecedentes.
No es la primera vez que desde las usinas policiales o judiciales, sobre todo cuando los crímenes son recientes, surgen versiones tendientes a direccionar la pesquisa y las sospechas sobre las víctimas de la violencia que azota a Rosario. “No puede ser que por vivir en un barrio o en la zona sur enseguida nos asocien con un grupo”, sostuvo Alejandro.
Para exigir justicia por Tiziana, y en su memoria, la familia de la adolescente anunció una marcha y concentración con velas en pleno barrio de La Carne. Será a las 18.30 en Batlle y Ordóñez y Laprida, a unas cuadras de su hogar. Desde allí irán hasta San Martín y Arijón. Será el primero de los reclamos contra la impunidad.
Fueron varios los sucesos desafortunados que se combinaron para que Tiziana estuviera “en el lugar y momento equivocados”, como dice su papá. Tiziana nunca había pisado el bar Pool 8, de Arijón y Balcarce. Hacía un mes que no salía a bailar. Esa noche festejó el Día del Amigo con las amigas de su mamá comiendo tacos. Una de sus amigas le mandó mensajes para salir y Tiziana aceptó. Fueron hasta Roma, en Pellegrini y Maipú. El local estaba lleno y no entraron. Terminaron en la zona comercial de Las Delicias. A las 3 de la mañana del domingo pasado, el Pool 8 hervía de clientela, con una banda de cumbia en vivo que quedó registrado en un video de Facebook Live de la cuenta oficial del boliche.
Cuentan que fue desde un auto gris o blanco y que también había una camioneta Hilux. Lo cierto es que poco antes de las 6.30 una ráfaga de metralla partió de un vehículo con la intención de matar a Gustavo Candia, que se había acercado a Tiziana y sus amigas Carla, Berenice y Lara, mientras esperaban un coche para volver a casa. El hombre murió en el acto por un plomo en la cabeza; la vida de la adolescente se apagó hacia las 10 de la mañana por un tiro en el pecho. Las otras tres chicas sufrieron roces de bala. Fue un ataque bestial: la Policía recolectó 17 vainas servidas en la calle, según describieron los investigadores judiciales y policiales.
“Ni siquiera estaban con esta persona (por Candia). Ellas estaban esperando un remís y este tipo se acercó a hablar con ella para ver si querían volver al boliche a tomar algo, según contaron las amigas. Dicen que él chapeó diciendo que era encargado del local”, reconstruyó de acuerdo a lo que pudo averiguar Alejandro.
“Siento culpa. Si le hubiera dicho que no salga… pero yo quería la felicidad de ella, y si ella era feliz saliendo con sus amigas a disfrutar el Día del Amigo… qué me iba a esperar que pasara esto. Parece que algunos piensan que la culpa de esto la tiene Tiziana por haber salido a festejar el Día del Amigo”, dijo el hombre entre sollozos. Su familia y allegados tienen que soportar, además, los típicos cuestionamientos que afloran en las redes sociales, donde un posteo se convierte en un manual de cómo criar hijos.
Candia
A Candia –contaron vecinos de Las Delicias que lo conocían– se lo solía ver cuidando motos en las inmediaciones del Casino City Center, y también se las rebuscaba con changas de albañilería. Tenía 29 años. En el marco de un celoso hermetismo por parte de los investigadores, un rumor barrial de su entorno sostuvo que “un transero que está preso lo mandó a matar porque andaba con ex la novia”.
“No era encargado, ni dueño del pool”, agregó un vecino del lugar que no pudo asegurar si tenía vínculos con la familia Cantero, como señalaron algunas versiones.
Esa noche, segundos después de la balacera un Volkswagen Gacel chocó contra un patrullero frente a la comisaría 21ª, de Arijón al 2300 y a sólo tres cuadras del Pool 8. En el volante iba un joven, de 27 años, domiciliado en barrio Tío Rolo, quien perdió el conocimiento y quedó internado con custodia policial, por la presunción de una posible relación con el hecho. Pero poco después se anunció oficialmente que no había detenidos por el doble crimen, el cual muestra un recrudecimiento de la violencia letal en la ciudad.
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