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Divagues de Javier mientras regresa a la Argentina


Por Franco Trovato Fuoco

Salvo en los sueños, donde la línea recta tiende al mamarracho, somos juguetes del tiempo. Y el tiempo, como un niño enojado, rompe sus juguetes. El vidrio nunca sube desde el suelo y vuelve a formar la copa que tumbamos, no hay drama, que se haga mierda, acto de Dios. Tenemos libertad, pero solo podemos jugar con las cartas que nos tocaron y eso está mal pero no tiene remedio, los recursos son limitados y las necesidades infinitas. En este paño empobrecido estamos apostando todo pero nos critican, nos critican, nos critican… me enoja mucho, pero lo reprimo. Guardo la compostura y abandono la tercera persona, para que no me crean loco, espero las cartas y me dan un diecisiete de bastos, un cuatro de copas y la reina de picas, hacen trampa, socialistas de mierda. No hay falacia que describa mi estado de ánimo, o sea, digamos… ¡Anacoluto! ahí está la inconsistencia, me están infectando los colectivistas, voy a prohibir el plural apenas aterrice. Todo es singular. Todo es primera persona del mi.

Vuelvo al febrero del cono sur, que es un garito turbio con aliento de lava volcánica de estados bananeros. En una remota televisión se oye a un empresario textil expresar su angustia. Pronostica el cierre de fábricas y la pérdida de puestos de trabajo. Este señor es parte de un sector que aumentó los precios un 700% mientras que la inflación viajaba a un promedio del 300%. ¿Qué esperaba ese hidalgo 17 de copas? ¿Especulaba con la apertura de nuevas industrias o la apertura de importaciones? De todas maneras, sus ex empleados me eligieron y tal vez me den muchos likes, así que fuera de mi mente empresaurio. Suena luego un gobernador patagónico, intenta mudar su rol de cuatro de copas para tratar de ser un ancho falso, pero ¿no pertenece al mismo partido que llamó a votarme a mi, al León? Hay un gato encerrado. Revuelvo las cartas y no sé cómo acomodar a la reina de picas, maldita morocha. Me molesta su simetría vertical. Intento colocarla de manera horizontal, a contrapelo del resto de los naipes pero no cuadra, me pinta el toc, me angustia. La giro y la giro y queda igual, no hay pirueta que la deje patas para arriba. Terrible simetría. ¿Podrá moverse en diagonal como si fuera reina en otro juego? (siento terror) ¿Podrá cantar flor con los restos de un aroma? (necesito a Karina).

Las estadísticas de la UCA, que antes nos gustaban, ahora llevan los porotos y también perdemos ¿hay que seguir desconfiando o son un dibujo? ¿Estamos en las buenas o en las malas? Que pesadilla este gatopardismo. Laberinto de porcentajes y medidas. De pobres e indigentes. Guarismos, piedras y cascotes. Palos, ruedas y ruletas. Progresiones. Retrocesos. Curvas y campanas. Rayos de bicicleta sin cambios. Aceleración de indicadores.

Las fuerzas se equilibran: hay empate. Deja vu. De nuevo el ballotage chicken game contra el espejo de Alicia en el último bondi a la reverenda mierda. El conductor está fuera de sí y tiene el cincuenta y pico por ciento del tanque a su favor. Tengo la certeza de que nos va a matar a todos, me mira por el retrovisor y sonríe: ¿soy yo? ¿papá?… En los sueños no hay línea recta, es un mamarracho, nos vamos a chocar contra nosotros y a medida que nos vemos más nítidos, en el rumbo de colisión, aprovechamos para peinarnos y hacer historia (en instagram). Pánico, locura y selfie. Lo que pasa es que entendieron mal la letra, o sea… no se arranca por andar sin pensamiento… digamos, primero hay que saber sufrir, pero no la ven.

Canto falta envido, por las dudas, golpeando la mesa. Manotazos de ahogado en líquido amniótico, la vista se me nubla de pañuelos verdes y socialismo. No nos dan la falta ni nos cobran penal. Nadie cobra nada, están de feria, en un palo muy enjabonado. Necesidad y urgencia, eso es todo, siga siga. Para el truco no tenemos. No hay magia, ni ahorros, no hay plata, ni black rock donde cantar piedra libre. Que se mueran, qué me importa. Mientras pueda comer y dormir y amar y luchar y ser trending topic. Todo pasa. Finjamos demencia, elijamos creer, metamos un viaje astral y mientras no se corte la luz y el freezer nos guarde un poco de Disney seamos los maderos de San Juan, la señorita de San Nicolás y la vieja que está en la cueva vendiendo verdes. Volvamos a la adolescencia, hagamos un embalse en el río de Heráclito con fondos buitres chinos. Vale todo. Viva la pubertad carajo.

La clave está en aprender a perder. Aprender a disfrutar de perder como salvajes paradisíacos. Que nos abracen las fuerzas del cielo, las potencias que no podemos controlar. No respetemos más que al poder, postrémonos, indignos adoradores del bopreal. Sacrifiquemos víctimas, tenemos de sobra, nada de primicias ni jóvenes: Viejos meados para Mercurio. La moral es la lucha por la supervivencia, los sobrevivientes son necesariamente los mejor cotizados. De alguna forma oculta, el mundo de los hechos garantiza la armonía. La mano invisible. El bastón de mariscal. La casa en orden. Vamos, al pedo pero temprano, hacia el futuro, no nos queda otra, somos el mejor culo para nuestro sillón de Rivadavia. Condenados al éxito.

Al final todos perdemos. No importa cuando leas esto. Si fuiste crack no importa. Abro hilo: el mundo no se hizo para vos, fue solo una racha. El pasado es irrevocable, todos los laureles van al guiso, quedate con eso. Este camino es fatal como una flecha.

Hola a todos, voy cantando hacia el destino, en un eclipse total del amor con ascendente en la poronga muy retrógrada de escorpio. Mañana abren los mercados y es cara o cruz, no habrá tiempo de despedirnos. Salvo la brisa en la melena mientras caemos al fondo del olvido. Tal vez no nos toque. Tal vez sea Cruz, los mercados no consentirán la muerte de un valiente. Hagamos Argentina great again.

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