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Disturbios en Brasil preocupan ante la próxima visita del Papa

El pontífice llegará en julio, y el gobierno brasileño admite que tendrá que preparase por los conflictos crecientes. Segunda muerte por protestas en Brasil Rousseff convoca una reunión de emergencia tras masivas protestas


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Brasil tendrá que prepararse para la eventualidad de que las protestas puedan extenderse durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica en julio próximo, cuando está prevista la visita del Papa, advirtió ayer el ministro jefe del gabinete de la Presidencia, Gilberto Carvalho. “La coyuntura evoluciona tan rápidamente que no hay mucho cómo profetizar; decir que ocurrirá esto o aquello, sería temerario, pero tenemos que estar preparados”, dijo. En tanto, la presidenta Dilma Rousseff suspendió un viaje al Japón y se aprestaba a dar anoche un mensaje en cadena nacional, después de una reunión de emergencia con prinicipales ministros de su gabinete, según la prensa brasileña.

Más de un millón de personas se manifestaron en las principales ciudades de todo el país antenoche en Brasil, en una ola de protestas que comenzaron hace dos semanas contra el aumento del precio del transporte público y se extendieron a los gastos públicos en la Copa del Mundo, que los brasileños reclaman para salud y educación.

La Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Río de Janeiro, un epicentro de reclamos, entre el 23 y el 28 de julio, y son esperados más de dos millones de personas en los eventos.

El papa Francisco estará presente, lo que ha aumentado el interés de los fieles, ya que será su primer viaje internacional.

Carvalho dijo que el gobierno buscará que la JMJ “sea la que soñamos” y “que signifique un marco de movilización por la esperanza, la paz, y la vocación de la juventud para  comprometerse”.

En tanto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunió ayer de urgencia con varios miembros del gabinete, incluido el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, según los tres principales diarios del país.

En esa reunión los ministros discutirán la situación tras las manifestaciones, los eslóganes y reivindicaciones, así como la posibilidad de una cadena radiotelevisada de Rousseff al país, sostuvo el diario Folha de Sao Paulo.

Rousseff también canceló un viaje oficial a Japón previsto del 26 al 28 de julio, según la Presidencia.

Las manifestaciones comenzaron hace poco más de 10 días exigiendo la revocación del aumento del precio del transporte, aunque luego fueron sumando denuncias y reclamos.

La anulación del aumento del precio del boleto de transporte en numerosas ciudades, incluidos San Pablo y Río, no logró frenar las protestas.

Brasil, séptima economía mundial, mundialmente célebre por sus programas sociales que hicieron ingresar a 40 millones de personas en la clase media en la última década, atraviesa un período de magro crecimiento económico y una inflación en alza.

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