Política

Futuro productivo e intereses

Disputa sobre biocombustibles: continuar por el mismo sendero o actualizar las reglas de juego

Diputados debaten entre darle continuidad a la legislación vigente sin rebajar los cortes de bio en nafta y gasoil o discutir un nuevo proyecto que se focalice en dar previsibilidad sobre precios a los productores. Referentes del sector denunciaron un lobby petrolero con "mentiras insostenibles"


El futuro de la producción de biocombustibles en Argentina ocupó centralidad en la agenda política durante los últimos días a partir de una discusión que divide a quienes plantean prorrogar la legislación que regula al sector actualmente de aquellos que proponen debatir un nuevo proyecto. Con matices, ambos sectores acercan posiciones al considerar que se deben profundizar los beneficios para las pymes y que detrás de la discusión existe un lobby por parte de sectores petroleros que quieren reducir la injerencia del biodiesel y bioetanol en el mercado.

El último jueves en la Cámara Baja del Congreso de la Nación, diputados del oficialismo y un sector de la oposición impidieron el tratamiento de la prórroga en la ley de biocombustibles que vence los primeros días de mayo. El fracaso en el debate provocó el rechazo por parte de líderes opositores, mientras que desde el Frente de Todos justificaron este proceder en la intención de trabajar sobre un proyecto superador.

Consultados por este diario, dos legisladores nacionales por la provincia expusieron los argumentos que fundaron sus posiciones a favor y en contra de la prórroga. El diputado por el Partido Socialista, Enrique Estévez, consideró prudente sostener la legislación vigente añadiendo cambios graduales que profundicen el desarrollo de esa matriz energética. Por su parte Germán Martínez del Frente de Todos, sostuvo que es necesario modificar las reglas actuales y establecer relación entre el porcentaje de corte de bio sobre combustibles con el precio de venta para darles mayor previsibilidad a los pequeños productores.

Ambos coincidieron en que existe un factor de presión desde el sector petrolero para quitarles terreno en el mercado a las energías renovables. Federico Pucciarello, representante santafesino del sector de biocombustibles, suscribió a la idea de un lobby por parte de representantes del sector hidrocarburífero tradicional y se manifestó a favor del proyecto que manejan en el oficialismo, ya que consideró, prioriza el desarrollo de las pequeñas plantas.

Una ley del año 2006

Uno de los cuestionamientos centrales a la prórroga del régimen de promoción actual de los biocombustibles, se basa en que resulta necesario actualizar las condiciones de una ley que fue sancionada en 2006 durante un contexto en el que apenas asomaba la posibilidad de que este tipo de energía renovable pueda producirse en Argentina.

El desarrollo productivo posibilitó el crecimiento de pequeñas empresas pero también la expansión de grandes firmas vinculadas al puerto cerealero, que al día de hoy gozan de los mismos beneficios fiscales. El planteo de la bancada liderada por Máximo Kirchner pretende profundizar los beneficios para esas pymes que abastecen el consumo interno (en Santa Fe se estima que hay 19), y dejar sin efecto las ventajas para las agroexportadoras como Dreyfus y Cargill.

A favor de una nueva legislación, el diputado nacional por el FDT Germán Martínez argumentó: “La ley de 2006 se sancionó cuando no existían las empresas productoras, quince años después lo mínimo que hay que hacer es evaluar y ver quiénes son los que siguen necesitando estímulos estatales y quienes se las pueden arreglar solos. La nueva ley apunta a concentrar beneficios en pymes de bio, afuera quedarían las empresas grandes vinculadas a los puertos cerealeros”.

El contenido del proyecto se discutió durante la semana con referentes del ministerio de Energía de la Nación, y aunque no se conoce con determinación cada detalle, reconocen que la idea es focalizar la ayuda en los productores que trabajan para el mercado interno.

El segundo motivo para respaldar la modificación está vinculado a garantizar previsibilidad a los productores. En ese sentido, Martínez explicó: “El porcentaje de corte hoy no está claro, y cuando no fijás un precio de venta en el mercado, ese porcentaje no se efectiviza ¿De qué sirve que sea el 12% de porcentaje de corte de bio en combustibles, si como no se fija un precio, los productores no pueden vender? Ambos elementos hay que pensarlos juntos”.

Durante el mandato de Mauricio Macri se originó la polémica en torno a la actualización del precio de venta. Productores de biocombustibles denunciaron reiteradamente un congelamiento en ese valor que les impedía generar ingresos suficientes para subsistir. En paralelo se dio la discusión respecto al porcentaje de corte de bioetanol o biodiesel para la mezcla de naftas o gasolil respectivamente, como otro de los factores fundamentales para la previsibilidad del sector.

Incrementar el corte de bio

Para el diputado nacional por el Partido Socialsta, Enrique Estevez, una de las cuestiones troncales de la discusión tiene que ver con el nivel de injerencia de los biocombustibles en naftas y gasoil. Consideró que bajar el porcentaje de corte es cederle terreno al lobby petrolero.

Si bien coincidió en concentrar los beneficios a pequeños y dejar afuera a las grandes cerealeras, entendió que las señales que da el oficialismo no van en ese rumbo. “Proponen ejes para una nueva ley pero lo que hay en borrador es bajar los cortes de bio, la profundización tiene que ver con que haya mas pymes, para eso hay que incrementar el corte de bio, no bajarlo”, deslizó el legislador socialista.

Otra de las cuestiones que puso en discusión fue el margen de tiempo restante para debatir un nuevo proyecto. La ley actual pierde vigencia los primeros días de mayo. En ese sentido, Estévez planteó como alternativa prudente prorrogar e ir trabajando sobre una ley nueva a futuro.

“Nosotros necesitamos repensar la matriz energética del país porque lo está haciendo el mundo entero. Esto puede llevar décadas. Independientemente del debate coyuntural, el punto está en que tenemos que avanzar en la necesidad de cuidar el ambiente y cambiar la matriz energética”, sentenció.

“Mentiras insostenibles”

Consultado por el tema, el referente de pequeños productores de biocombustibles santafesinos, Federico Pucciarello, reconoció que el sector le dio el visto bueno a la nueva ley que pretende el oficialismo y aseguró que en medio de la discusión se difunden “mentiras insostenibles” por parte de sectores petroleros.

“Si me preguntas a mí y a los pymes, nos sirve un marco legislativo que de previsibilidad, con la actual ley no funcionamos, nos han descapitalizado”, sostuvo y añadió: “Los lobbys de los petroleros no quisieron que se avance en una nueva ley, ellos quieren que el sector bio desaparezca”.

Respecto a este último punto, advirtió sobre una campaña de desprestigio que sufren los productores hace tiempo, ahora materializada a través de medios de comunicación. Señaló específicamente el caso de un artículo del diario La Nación, en la que lo mencionan como partícipe de un sector beneficiado por “un sistema de precios regulados” y por el otorgamiento de “cupos discrecionales que cada mes asigna la secretaría de Energía”.

Ante esa versión, Pucciarello salió al cruce y se refirió a los conceptos publicados por el periodista Diego Cabot como “operaciones mediáticas que buscan desacreditar a un sector productivo en crecimiento”.

A su vez señaló: “ Lo que salen a decir es una barbaridad, desconocen el negocio, lo primero que es importante aclarar, es que el biocombustible jamás estuvo subsidiado, está regulado como el 100% de la energía en pos de cuidar el bolsillo de la gente y los precios se actualizan de manera mucho más lenta que el de combustibles fósiles”.

Desde la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) respaldaron a Pucciarello a través de un comunicado y suscribieron que “las petroleras arremeten contra los biocombustibles con mentiras insostenibles”. Estiman que hay 55 plantas productoras de biodiesel en 10 provincias del país, 19 de ellas hicieron pie en Santa Fe, y durante los últimos años atravesaron una situación compleja a partir de la incertidumbre que generó el congelamiento de precios durante la etapa macrista.

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