Policiales

Le imputan crimen

Disputa barrial terminó en homicidio en Nuevo Alberdi

“Fue el Guaso”, alcanzó a decirle antes de morir. Recibió dos impactos, uno en el tórax que resultó mortal y otro en el muslo.


El 20 de octubre último Adrián Gabriel Pineda, alias Jesús, recibió dos balazos en un pasillo de ingreso a la casa de su novia en Nuevo Alberdi. Su novia, Chula, escuchó las detonaciones y salió. Se encontró con Jesús tirado en el piso. “Fue el Guaso”, alcanzó a decirle antes de morir. Recibió dos impactos, uno en el tórax que resultó mortal y otro en el muslo. En un control de rutina detuvieron a Guaso el miércoles pasado. Circulaba en un vehículo con pedido de secuestro. El sospechoso se desvinculó: “No soy un delincuente, soy un trabajador hasta el día de mi detención. Yo con el chico no tenía ningún problema”, aseguró.

Eran cerca de las 21 del 20 de octubre pasado cuando Jesús, como le decían a la víctima, estaba fuera de la casa de su novia en Vieytes y Caracas. Un testigo de identidad reservada contó que vio llegar a Jesús en un auto y entrar al pasillo. Escuchó las detonaciones y vio salir corriendo a Guaso.

Jesús, de 23 años, quedó tendido agonizante: fue trasladado por familiares al hospital Eva Perón pero la gravedad de la lesión obligó a derivarlo al Heca, donde falleció poco después.

La suegra de la víctima contó, según la Fiscalía, que en una oportunidad estaba sentada con su hija y su yerno en el patio, llegó su vecino y los muchachos comenzaron a discutir y Guaso le apuntó con un arma. La mujer intervino y echó a su vecino.

Otro testigo aseguró que Matías N., como identificó la pesquisa a Guaso, intentó robarle la moto a Pineda y desde allí venía el enfrentamiento. La fiscal Marisol Fabbro le imputó el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación. “No soy un delincuente, soy un trabajador hasta el día de mi detención. Yo con el chico no tenía ningún problema” dijo el imputado en la audiencia de este viernes.

Su defensor oficial, Martín Riccardi, cuestionó las evidencias, el tiempo que estuvo detenido (se excedió en cuatro horas el plazo legal que fija la normativa para una detención sin imputación) y destacó que los testimonios son de oídas. Pero la fiscal retrucó: hay un testigo de identidad reservada que por temor prefirió resguardar sus datos y dio detalles de lo que vio y los rasgos fisonómicos del acusado, dijo.

La fiscal pidió la prisión preventiva para el sospechoso, dijo que sabía que lo buscaban y estuvo cinco meses prófugo. Fue detenido en un control con un vehículo que contaba con pedido de secuestro.

Esa investigación está en manos de otro fiscal que va a determinar si lo imputa por encubrimiento o robo del vehículo, porque la víctima está en condiciones de reconocer al ladrón, dijo Fabbro. Y agregó que allegados a la víctima recibieron amenazas tras el hecho.

Finalmente el juez Gustavo Pérez de Urrechu aceptó la imputación. Explicó que el muchacho fue detenido a las 4 de la madrugada del miércoles y la audiencia se hizo a las 9 del viernes: si bien la detención duró un plazo mayor al fijado por la norma, no hubo afección a los derechos constitucionales, refirió. Así dictó la prisión preventiva en contra de Matías N. hasta el 14 de junio próximo.