Este lunes, cuando la mayoría de los vecinos de Olivé al 1900 terminaba su jornada diurna, el tronar de disparos interrumpió los preparativos de la cena. Fuera de sus casas, a media cuadra de la intersección con Sabín, el cuerpo de una mujer de 26 años yacía tendido sobre la calle, junto a un charco de sangre y una moto de mediana cilindrada.
Con el correr de los minutos llegó la policía y a partir de las tareas de campo se supo, a grandes rasgos, la secuencia que terminó en el crimen. Un caso de tinte mafioso vinculado con enfrentamientos entre bandas de zona norte, confirmaron los investigadores. La joven, Daiana Romina Paiva, se encontraba con un amigo (más tarde detenido) en esa cuadra cuando fueron emboscados por dos hombres que sin mediar palabra dispararon a matar y luego huyeron. La causa quedó en manos del fiscal Adrián Spelta, que llegó al lugar desde el arroyo Saladillo, donde horas antes aparecieron restos del cuerpo de una mujer aún no identificada. La noche no terminó allí. Poco después, en barrio La Florida una chica de 20 años con conexiones con el submundo narco, fue ejecutada en su casa de Maestro Massa y De Miranda (ver aparte). “Las víctimas pertenecen a grupos de la zona norte que son contrarios”, señaló el investigador, dejando trascender que los crímenes guardan relación.
A partir de fuentes policiales y el relato de vecinos se supo que Daiana Paiva, que vivía en barrio Parque Casas, solía frecuentar ese sector de barrio Sarmiento. La noche de su asesinato estaba con Agustín R., un joven de 22 años. Habían detenido su marcha en moto en Olivé al 1900, entre pasaje Teodoro Fels y Corazzi (paralela a Sabín), cerca de las 21. Nadie logró precisar qué hacían allí. Pero se presume que alguien los estaba esperando. Algunos testigos contaron a los pesquisas que los atacantes, dos muchachos que estaban acompañados por una joven, estaban sentados en el cordón de la vereda por Olivé. En un momento, los jóvenes se pararon desenfundaron sus armas y abrieron fuego. Agustín corrió pero Daiana no llegó a reaccionar y, al menos uno de los plomos, hizo blanco en su cabeza, describieron voceros judiciales y policiales, quienes agregaron que otras declaraciones aportaron que los atacantes fueron dos desconocidos en moto.
La principal hipótesis indica que dos hombres, ambos armados, los emboscaron a balazos. Agustín logró sortear la lluvia de plomo corriendo hacia el este por Olivé, pero Paiva fue alcanzada por un tiro en la cabeza y se desplomó en el lugar. Los agresores, que usaron pistolas calibre 9 milímetros, escaparon por Fels rumbo al sur, explicaron las fuentes para agregar que en el lugar hallaron una docena de vainas servidas del mismo calibre.
“Tengo mi firme convicción de que esta persona, Agustín R., conoce a los agresores porque si no, no habría existido la posibilidad de que no haya recibido ni uno sólo de los disparos”, describió Spelta en conferencia de prensa.
En medio de la conmoción barrial, el personal policial al revisar el cuerpo de Paiva halló 12.800 pesos en efectivo, confió un vocero. Poco después al lugar otra vez llegó, acompañado por efectivos de la comisaría 9ª, Agustín R., quien brindó declaración y poco después quedó detenido ya que poseía un pedido de captura por estar relacionado con una balacera ocurrida el 7 de febrero en Casiano Casas y Washington donde tres personas resultaron heridas, confirmaron desde el Ministerio Público de la Acusación.
“Puede ser un vuelto o una continuación” de ese ataque, dijo Spelta. Y agregó que tanto Paiva como Thompson pertenecían a grupos contrarios que se disputan el territorio en la zona norte.
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