La secretaria de Control local, Carolina Labayru, tuvo que asistir al Concejo Municipal a dar detalles sobre la disolución de la Guardia Urbana Municipal y la puesta en marcha de la Dirección de Control de Proximidad. La funcionaria fue invitada luego de algunas críticas que surgieron por la movida, que se ejecutó semana atrás en plena campaña política.
Labayru se hizo presente a dar explicaciones este lunes en la reunión de la propia comisión Control y Convivencia del Palacio Vasallo.
La funcionaria explicó que “en el mismo acto que se disolvió la GUM se creó la Dirección de Control de Proximidad”. Y recordó que “desde el inicio de la gestión -del intendente Pablo Javkin- se habían planteado el objetivo de realizar cambios, porque los requerimientos no son los mismos que 20 años atrás”.
Asimismo, marcó que la GUM era el área que “más críticas había tenido de parte de la ciudadanía”. Y consideró que “la gente no sabía bien para qué estaban”. También acotó que a partir de las normativas propias “tenían 8 horas de trabajo, no 6 como el resto de los municipales”. Para agregar luego que, igualmente, esa carga horaria “no se cumplía”.
La funcionaria precisó que la decisión que se adoptó es “para cambiar el paradigmas del control”. “Esta refuncionalización no se puede hacer de un día para otro”, añadió. Y remarcó que uno de los objetivos “es darle especificidad a las funciones de los agentes de la nueva área para consolidar la presencia del Estado en los barrios”.
Tras eso, puso como ejemplo lo que están realizando los agentes de la nueva repartición en el Centro Comercial Tiro Suizo, en la avenida San Martín. “Ya hay vínculos entre los comerciantes y los vecinos con los agentes, que serán siempre los mismos los que estarán en cada zona de la ciudad”, explicó.
Luego consignó sobre tareas ya realizadas en dicho paseo comercial. “Los vecinos les plantearon que no se podía ascender y descender de los colectivos porque en las paradas había autos mal estacionados. Con un simple silbato se persuade para que no estacionen”, contó Labayru.
Y agregó otro ejemplo: “En un lugar había cartelería que impedía estacionar porque había estado reservado para un banco que ya no tenía su local en el lugar. Y se retiraron los carteles”. También dijo que los comerciantes y vecinos tienen el teléfono de quien está a cargo de los agentes en cada área.
Ante una consulta de la concejala opositora Fernanda Gigliani respecto si los mismos agentes pueden hacer inspecciones, Labayru sostuvo: “Pueden hacerlas, pero está la Dirección de Inspección para ello”.
La secretaria de Control y Convivencia insistió en que la intención es “consolidar la presencia del Estado en los barrios”. “Estos agentes dan la cara todos los días, son los mismos en cada centro comercial. No es lo mismo concurrir por un reclamo que estar caminando de manera constante”, explicó.
“El concepto es más calle, menos oficinas”, agregó Labayru, quien respecto a los horarios de trabajo precisó que son de acuerdo a los tiempos comerciales; de 8 a 14 y de 14 a 19. “Se está cambiando una modalidad de trabajo que hubo durante 17 años de existencia de la GUM. Estamos yendo de a poco, somos muy cautos”, aseveró luego.
Dijo también la funcionaria que los reclamos para los que anteriormente concurría la ex Guardia Urbana Municipal, “la inmediatez”, ahora eso es “tomado por Control Urbano. Pero hay que ir tranquilo, no podemos colapsar esa repartición”.
Las dudas
El edil Salinas, de Ciudad Futura, consultó sobre la cantidad de agentes que integran la nueva área. Labayru respondió que son 168, “casi como la GUM, que eran 180”. Y recordó acerca de las denuncias de vecinos: “Todas se reciben en el 147, y luego se derivan al área que corresponda”.
El concejal Marcelo Megna, de Juntos por el Cambio, requirió que especificara sobre “la tarea concreta” de Control de Proximidad. Y ante ello Labayru insistió que se pretende “consolidar la presencia del Estado en la vía pública”. Y dijo que los agentes “pueden realizar actas, secuestros, clausuras. Pero el objetivo es educación, disuasión y persuasión”.
La funcionaria precisó luego que los agentes trabajan todos los días las 24 horas. Y planteó que también harán operativos conjuntos con fuerzas de seguridad o con otras áreas.
Por su parte, el concejal macrista López Molina recordó que el intendente Javkin, al abrir las sesiones en marzo del 2020, prepandemia, había anunciado la unificación de todas las áreas de control. “Tengo para mí que más que la pandemia fue la presión del sindicato lo que no permitió esa unificación. Se perdió una oportunidad que debería haber sostenido”, agregó.
Luego preguntó “si sigue estando en los planes” tal unificación. Y consideró que se debería haber presentado de otra manera a la nueva área: “Con los detalles, como nos los estás diciendo, incluso para que los propios agentes sientan que son parte de algo distinto”.
Respecto a los uniformes, recordó Labayru que “la licitación para los uniformes fue para Fiscalización, Control Urbano, Inspección y la ex GUM, cuatro áreas, a las que no se les habían entregado”.
Reflexiones finales
La concejala Gigliani precisó posteriormente: “Asumo que no hay nadie que haya dicho la GUM debería haberse sostenido. Era una decisión saludable para los propios agentes”.
Para Salinas, en tanto, “se intentó despolicializar la demanda ciudadana” que se requería respecto a la GUM. Ante ello Labayru sostuvo que “el espíritu cuando se creo era otro; cambiaron en 17 años las demandas al municipio”.
El concejal López Molina consultó respecto si, como tenía la GUM, habrá un reglamento para quienes se desempeñan en la nueva área. La secretaria de Control y Convivencia contestó que “no”. “Eso porque el reglamento lo hacía muy policial”, explicó.
En el final de la reunión, el concejal Megna preguntó a dónde debían recurrir los ciudadanos en caso de denuncias respecto a la tarea de los agentes de la flamante área. Consignó Labayru que se las debe efectuar a la línea 147.
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