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Discapacidad y la importancia del diagnóstico precoz

Por: Bárbara Wagner.- La detección temprana ayuda a lograr una mejor rehabilitación y reduce las secuelas.

La Organización Mundial de la Salud define a la discapacidad como “cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano”. El rol del pediatra y del equipo médico es fundamental para detectarla de forma precoz, ayudar a incluirse a quienes la padecen sin que tengan dificultades en la sociedad y también a superar de la mejor forma posible las limitaciones que conlleva dicha discapacidad.

“Es muy importante para los médicos jerarquizar el ejercicio de la prevención y detectar a tiempo la capacidad diferente, ya que si el diagnóstico se efectúa precozmente las secuelas son menores y la rehabilitación es mejor”, afirmó el pediatra Adalberto Palazzi.

La problemática de la discapacidad refleja una interacción entre las características del organismo humano y la sociedad en que vive, razón por la cual resulta necesario concientizar a la comunidad acerca de lo importante que es incluir a las personas con capacidades diferentes.

“Para un pediatra no es sencillo acompañar a una familia con discapacidad durante toda la vida, porque uno como profesional sabe que tiene cierto límite. Sin embargo, todos los médicos deben tener siempre presente que la persona que tiene una discapacidad sigue siendo un ser humano igual que el resto de la gente, por lo tanto, se encuentra con los mismos derechos y responsabilidades.

La lástima no sirve de nada”, manifestó Palazzi. Además, indicó que “los médicos deben estar atentos a que las personas con discapacidades hagan valer sus derechos”.

Respecto al acompañamiento de los chicos con capacidades diferentes, el especialista afirmó que debe ser un trabajo conjunto entre un pediatra y demás profesionales que sigan la evolución del paciente y ayuden a mejorar su situación. “Se debe apuntar a que el chico con una discapacidad logre la mayor posibilidad de recuperación posible y aspire a lo máximo que pueda lograr y no a lo mínimo”, señaló.

Los pediatras que trabajan con niños con capacidades diferentes son profesionales que están sensibilizados por esta problemática y se encargan de asegurarles atención de salud de calidad, dignidad, e igualdad de derechos y oportunidades. Según explicó Palazzi, “los profesionales que trabajan con esos chicos deben tener una capacidad diferente para acompañarlos”.

“Uno se ha formado para atender a chicos que no tienen discapacidades que los limitan, razón por la cual está en la aptitud de quien trabaja como pediatra el hecho de incluirse con su capacidad formativa y su afecto para poder escuchar qué sienten, qué necesitan y de qué manera uno puede ir creciendo junto con estas familias y estos chicos con capacidades distintas. Siempre hay que ser claros en las indicaciones y firme cuando hay que poner límites. Además, no se debe pasar de la ayuda a la lástima para no quitarle responsabilidad a la familia en las cosas que tiene que hacer”, agregó.

“El pediatra debe estar comprometido con esa mirada que no sólo ve un cuerpo, sino un ser humano con todas sus posibilidades. Es una especialidad muy gratificante en la medida de que uno tenga un compromiso científico y emocional con el niño y la familia. Cada encuentro tiene que ser un encuentro con alegría”, concluyó

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