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Diputado Amoroso quiere penar más la prostitución

A la inversa de lo resuelto en Santa Fe, un legislador propone darle más poder a la Justicia y a la Policía.

Una fuerte polémica quedó instalada en la ciudad de Buenos Aires a partir de un proyecto de ley que está analizando la Legislatura para darle más herramientas a la Justicia y la Policía en el control y penalización de la prostitución y la oferta de sexo en la calle.

El proyecto, presentado por el diputado “denarvaísta” Daniel Amoroso, plantea una modificación del artículo 81º del Código Contravencional, permitiendo que se penalice a los travestis y prostitutas que estén en lugares prohibidos ofreciendo sexo en forma “ostensible”, semidesnudos o en ropa interior.

Cuando el proyecto se hizo público, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) salió a criticar la iniciativa y sostuvo, a través de un comunicado, que “revive los viejos edictos policiales, que daban potestad a la Policía para detener preventivamente a las personas, a la medida de los prejuicios de los efectivos”.

En la provincia de Santa Fe, en un sentido totalmente opuesto al de este proyecto, la Legislatura provincial eliminó la semana pasada los artículos del Código de Faltas que penalizaban la oferta de sexo en la calle. Los artículos derogados aludían a la “ofensa al pudor”, la “prostitución escandalosa” y el “trasvestismo”.

La iniciativa de Amoroso –que se encuentra en las Comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales de la Legislatura porteña– propone que se entienda como “oferta ostensible” de sexo los casos de aquellas personas que se encuentren vestidas de manera que “muestren, sugieran o de cualquier forma permitan ver las partes íntimas, sea a través de prendas interiores, lencería erótica o directamente con actos de desnudez, a la vista del público”.

Actualmente, el Código Contravencional penaliza con uno a cinco días de trabajo de utilidad pública o multa de hasta 400 pesos a quienes ofrecen o demandan sexo en la calle “en forma ostensible”, pero los fiscales señalan que tienen dificultades para identificar a los contraventores.

También subrayan que se encuentran a diario con la imposibilidad de hacer cumplir la prohibición para que la oferta de sexo no pueda realizarse a menos de doscientos metros de escuelas, templos religiosos y viviendas, como marca el Código vigente desde 2005.

El diputado Amoroso sostuvo que el objetivo del proyecto no es “perseguir a nadie”, sino “darle elementos concretos a la Justicia y a la Policía para que puedan actuar y hacer cumplir las normas que están vigentes”.

“Me reuní muchas veces con vecinos de Constitución, Flores y otros barrios que viven quejándose porque a cualquier hora, en las puertas de sus casas, se encuentran con prostitutas y travestis, semidesnudos o en ropa interior, e incluso en muchas ocasiones manteniendo relaciones sexuales con sus clientes en la calle. Hay que ponerle un freno a esto porque es necesario respetar los derechos de todos”, afirmó el legislador porteño.

Entre quienes criticaron el proyecto también figura Claudia Pía Baudracco, coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta), quien sostuvo que permite una “persecución” y “favorece el proxenetismo”, al tiempo que opinó que “es discriminatorio e inconstitucional, porque con este criterio cualquier chica que ande por la calle en minifalda puede ser acusada de estar ejerciendo la prostitución”.

Ante los cuestionamientos, Amoroso defendió la iniciativa y afirmó: “No tiene nada que ver con los edictos policiales, como dicen desde algunos sectores, ni con una persecución. Sólo se trata de usar el sentido común. A nadie le gusta que en la puerta de su casa o a metros del colegio donde lleva a sus hijos haya una persona semidesnuda o en ropa interior ofreciendo sexo a cualquiera que pase por ahí”.

“Hasta ahora, como está redactado el Código Contravencional, los fiscales prácticamente no pueden hacer nada frente a la oferta de sexo en la calle y casi quedan limitados a demostrar que el acto sexual se haya consumado. Este proyecto busca simplemente ayudar a que se cumpla con la ley, porque nadie tiene más derecho que otros. Los travestis y prostitutas tienen derechos, pero los miles de vecinos que se quejan, también los tienen”, añadió.

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