Policiales

Le tirotearon la casa en VG Gálvez

Dijo que quedó sin trabajo y por eso se puso a vender droga

Es otro caso de narcomenudeo con trasfondo social. Gendarmería no se quiso hacer cargo y las actuaciones quedaron a cargo de la Brigada Antinarcóticos de la PDI. Una pocas "bochas", muchas balas y escaso interés


Una mujer llamó al 911 en los últimos minutos de este viernes para avisar que le habían tiroteado su casa, en San Juan al 1900 de Villa Gobernador Gálvez. Al llegar la Policía, a las 23.45, los recibió la denunciante, de 42 años, y les relató que minutos antes varias personas habían disparado contra su vivienda y que los balazos dieron en el frente. La sorpresa llegó enseguida: un hombre de 45 años, que vive en el lugar, admitió que vendía droga, y que lo hacía como única salida económica que había encontrado tras quedarse sin trabajo.

El habitante de la casa le presentó a los agentes del Comando Radioeléctrico 9 envoltorios con un polvo blanco que a simple vista parece cocaína, y los puso sobre la mesa. También, mostró un revólver calibre 38 que, dijo, utilizó para repeler la agresión.

La otra singularidad del caso apunta a quién se hace cargo del hecho. Los uniformados del Comando, alrededor de las 0.20 de este sábado, comunicaron la situación al fiscal Matías Edery, en turno en la unidad de Flagrancia. El funcionario judicial dijo que, de no interesarle al Juzgado Federal –que tiene competencia en casos de narcóticos– hacerse cargo de la pareja demorada y el secuestro del arma y las sustancias, se librara nueva consulta y se convocara a la Gendarmería Nacional.

Miembros de la fuerza federal llegaron al lugar cerca de las 2 de la madrugada. Los efectivos consultaron en la cadena de mando y comunicaron que no se hacían cargo del hecho, tras lo cual se retiraron. Ante esto, se avisó a la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones, desde donde ordenaron que se trasladara a los detenidos y lo incautado a sus dependencias. Entre lo secuestrado, además del revólver y los envoltorios, hay una balanza de precisión y tres teléfonos celulares.

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