Espectáculos

Digerolamo dará a conocer “La trituradora”

El músico rosarino Mauro Digerolamo presentará su tercer disco en donde aborda ciertas emergencias personales que lo exceden y a partir de donde presta su voz a una generación para hablar de las crisis emocionales. Este viernes en Plataforma Lavardén.


Mauro Digerolamo estrenará hoy La Trituradora, su tercer disco de estudio con un concierto que se realizará a las 21.30 en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza). Se trata de un trabajo autorreferencial donde el músico rosarino aborda ciertas emergencias personales que lo exceden y donde –aún sin asumir compromiso sobre los otros– termina poniéndole voz a una generación urbana.
En su nuevo disco, el cantautor examina sentidos y modos de expresión. No se queda con la frase contundente que golpea al oyente sino que lo dice de tal forma que se siente el impacto del puñetazo en la cara.
Parado sobre el rock en su versión más eléctrica, el músico plantea una libertad total para hacer canciones. Y para ello se apoya en una banda estable que, además de él (en voz, guitarras y teclado), componen Juan Flores (bajo), Tito Barrera (percusión) y Fabricio Magaldi (guitarra eléctrica). Ese equipo asume cada tema con las libertades que la lírica reclama y así La Trituradora aparece como el más visceral y compacto de todos los discos del músico.
“Las canciones que hago tratan de mí”, confió el músico a El Ciudadano y, si bien a lo largo de su carrera esto no cambió, para el autor, este tercer álbum “se siente como si fuera el primero porque cambió la estética, la manera de trabajar. Siento que me descubrí. Quise salir del lugar del trovador y poner la luz en el lado más rockero, más salvaje, más crudo y hasta agresivo”, extendió el músico.
Grabado en Romaphonic y El Color De La Mente (Rosario), en La Trituradora subyacen varias capas a través de instrumentos diversos y de invitados igualmente heterogéneos: desde el trombón de David Costa y la viola de Marcelo Ajubita hasta la trompeta de Alejandro Machuca, el saxo de Matías Moro y el violín de Luis Ciliberti, por citar algunos de los que dejan su marca en el disco. “Éste es el primer trabajo que produzco yo solo ya que el primero lo hizo Juan Flores y el segundo lo hicimos a dúo. Este sonido es especial también porque lo grabamos tocando en vivo entre todos y no grabando por separado como se hace ahora”, explicó Digerolamo.
Hay tópicos que se repiten en palabras y frases repletas de urgencias: “Libertad”, “ansiedad”, “la quimera de la felicidad”, “no quiero morir joven y no quiero vivir viejo”. Son vocablos que plantean extremos, que ubican al músico lejos de la moderación. Oraciones como “Antes el rock era la revolución pero ahora nada se compara con mi ansiedad” (“La Trituradora”) y “Le tengo más miedo al estrés de la seguridad que al último tiro de la suerte (“Las Bestias”), sitúan al músico como lector de un entorno, el de los sentimientos de los nacidos en los albores de los 80. “Tal vez el disco demuestre una especie de inestabilidad emocional, de ir de un extremo a otro”, cerró.

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