Luciana Mangó
Bajaron de los poster para arreglar las ruedas y derrumbar los prejuicios de un oficio de tradición machista. Son 10 rosarinas y el martes próximo serán las primeras mujeres del país en recibir un diploma de Gomeras en Alineación y Balanceo.
Gabriela Escalante tiene 34 años y es aspirante a bombera voluntaria. Un compañero le contó de la carrera de gomería y fue por curiosidad. Quería aprender a desarmar una rueda para que no la engañara ningún mecánico.
“Cuando supe que podían ir mujeres me dio curiosidad. Me enganché y terminé el curso”, dijo Gabriela, quien está desempleada y no descarta trabajar en una gomería. “Me gustó aprender a usar las máquinas y saber cómo armar y desarmar una rueda. Antes del curso no entendía nada. Si sos mujer y llevás a arreglar tu auto te engañan. Ahora en esto lo van a hacer más”, agregó.
Cintia Cortez Hurt tiene 33 años, diseña ropa y forma parte de las graduadas. “Me anoté por una amiga. Nunca se me hubiese ocurrido. Era todo súper novedoso, pero nos enganchamos y terminé muy contenta. Me encontré haciendo cosas que no hubiera imaginado como alinear, calibrar y balancear ruedas”, contó Cintia, quien tampoco descarta trabajar en una gomería.
“Tuve un poco de prejuicio porque no sabía con qué me iba a encontrar. No hay mujeres en las gomerías. Pero mis compañeros y los profesores nos apoyaron y somos las primeras en recibirnos”, agregó.
Al taller
La iniciativa surgió de Angélica Jeandrevin, directora de la escuela y gerente de las sucursales de Neumáticos Verona. Ella quería sumar mujeres para trabajar en el taller. Las que ingresaron, no continuaron.
Entonces pensó en capacitarlas y generar una instancia de formación que las incentivara. Este año abrió el cupo femenino al curso de gomería profesional que la empresa dicta en el local de San Martín y La Paz desde hace 5 años.
En la planilla de inscripción hubo 10 mujeres que completaron los 6 meses de cursado y el martes próximo recibirán el diploma de gomeras profesionales.
“Se daban ánimos entre ellas. Lo disfrutaban mientras lo hacían. Muchas piensan trabajar de esto”, contó la gerenta.
El curso incluye conocimientos teóricos y prácticos. Dura 6 meses y tiene validez nacional. Es gratuito y abierto. Quienes lo toman, aprenden lo específico del rubro como la presentación del neumático, la fabricación y mecánica para después pasar a la práctica de arreglar los neumáticos.
“Antes las personas aprendían en la práctica pero quisimos formarlas para después poder emplearlas y mejorar el servicio. Los conocimientos van desde cómo vender neumáticos, llantas y cubiertas, hasta el mantenimiento del vehículo, cambio de aceite y filtros, frenos, mecánica ligera, amortiguadores y balanceo”, explicó Jeandrevin.
Para ellas
Jeandrevin confiesa que no imaginaba estar al frente de una gomería. Por eso fue que también diseñó sucursales pensando en las mujeres.
“Hice la gomería a la cual me gustaría ir: que los hombres te miren a los ojos, que sea limpia, que te permita aprovechar el tiempo para hacer otras cosas. Vos te podés arreglar mientras esperás que arreglen el auto. La idea es que la mujer esté cómoda. A ninguna le gusta llevar a revisar el auto”, contó la gerenta, y agregó: “Lo disfruto porque atiendo al público y me gusta resolver y darle soluciones a las personas”.
Desde hace 4 años la firma ofrece un servicio pensado para las mujeres. Mientras revisan y arreglan el auto, podés hacerte las manos o visitar el spa. También hay un espacio de juegos para niñas y niños.
“La mujer decide la economía de la familia. Notaba que llegaban afligidas y quise transformarles la onda. Empoderarlas. Hacerlas sentir que pueden resolver el problema del auto y además pasarla bien. Transformar una situación estresante en una sonriente. Ellas quedan contentas y lo agradecen”, señaló Jeandrevin.
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