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Aniversario

Diez años sin Gabriel García Márquez, padre del Macondo poético que hechizó a millones de lectores

El destacado escritor colombiano, creador del realismo mágico, emblema del boom de los autores de habla hispana de los 60  y premio Nobel en 1982, trascendió a la lengua española, sigue vigente y sus libros se venden en todo el mundo


Se cumplen este miércoles diez años de la muerte del destacado escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel en 1982 y “padre del realismo mágico”, autor de obras emblemáticas como Cien años de soledad y uno de los escritores más grandes que ha dado la literatura universal.

Gabo, como se lo conoce popularmente, fue el creador de un género llamado realismo mágico que impregnó la obra de muchos escritores que le siguieron, al tiempo que dejó como legado ese Macondo poético que sigue hechizando a los lectores.

Publicarán el año próximo una novela inédita de García Márquez, a diez años de su muerte

En estos diez años no decayó el interés por el escritor colombiano, del que hace poco más de un mes se publicó una novela inédita, En agosto nos vemos (Random House), en la que trabajó durante varios años y hasta que sus fuerzas se lo permitieron.

Tras lanzar Memorias de mis putas tristes en 2004, García Márquez estuvo casi diez años trabajando en un libro que quería que se destruyera pero que sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, decidieron publicar porque consideraron que, si su padre lo hubiera querido destruir, lo habría hecho.

Es el cierre de la brillante carrera de uno de los autores más relevantes del siglo XX y de cuya imaginación nacieron obras imprescindibles como la referida Cien años de soledad junto con Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba y Los funerales de la Mamá Grande.

Se trata de un corpus de obras que se siguen vendiendo a buen ritmo desde su fallecimiento, especialmente en las ediciones de bolsillo y en las ilustradas, como explican a la agencia de noticias EFE desde la editorial Random House, que tiene los derechos de los libros de Gabo en español para todo el mundo con la excepción de México y Centroamérica.

De Aracataca al mundo

La poesía que rezumen sus obras sigue atrapando a los lectores porque García Márquez imprimió un estilo muy particular a todos sus trabajos, ya fuera como novelista, periodista o guionista de cine, algunas de las facetas de este gran autor colombiano que nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, y que pasó más de 50 años de su vida en México.

Aquel municipio del Caribe colombiano en el que nació le sirvió como inspiración para ese Macondo en el que se desarrollaron sus historias, que en gran parte procedían de su propia familia.

Hijo de Gabriel Eligio García, telegrafista y boticario, y de Luisa Santiaga Márquez Iguarñan, Gabo se inspiró en su historia de amor, a la que se oponía el padre de ella, para escribir El amor en los tiempos del cólera.

Los nueve hijos extramatrimoniales de su abuelo, la costumbre de su hermana Aida Rosa de comer tierra, la abuela que adivinaba el porvenir o los numerosos parientes de nombres iguales, fueron elementos que aparecieron de una u otra forma en sus novelas.

Según su hijo, Gabriel García Márquez era ambivalente sobre “Cien años de soledad”, su obra cumbre

Gabo siguió además con su trabajo de periodista en diversos medios cuando publicó sus dos primeras novelas, La Hojarasca (1955) y El coronel no tiene quien le escriba (1961), ésta cuando ya se había instalado en México, que se convirtió en su segunda patria con el paso del tiempo.

Fue entonces cuando se centró en la literatura y dedicó dos años a escribir la icónica Cien años de soledad (1967), que lo consagró inmediatamente como uno de los grandes autores del momento y que por estas horas es noticia a partir del adelanto que en el día del décimo aniversario de su muerte dio a conocer Netflix acerca de su adaptación al formato serie.

Del mismo modo, el escritor fue el precursor del llamado boom latinoamericano, junto a autores como Carlos Fuentes, Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa, uno de sus grandes amigos en su época barcelonesa que va desde 1967 hasta 1973, y cuya relación terminó bruscamente en 1976 a causa de un puñetazo que le propinó el peruano y que, con teorías más o menos verosímiles, sigue siendo una incógnita, aunque todo indica que podría tratarse de diferencias ideológicas irreconciliables.

Agitador cultural por convencimiento, García Márquez tenía alma de reportero, como lo demostró en sus muchos artículos o en esa joya llamada Noticia de un secuestro. Y su importancia quedó confirmada cuando en 1982 le concedieron el Premio Nobel de Literatura.

En su fallo, la Academia sueca señaló que el Nobel recaía en García Márquez “por sus novelas y relatos cortos en los que lo fantástico y lo real se combinan en un universo ricamente compuesto de imaginación que refleja la vida y los conflictos del continente americano”.

García Márquez volcó en sus libros muchas de sus inquietudes sociales y políticas, y su ideología de izquierda le provocó problemas y le llevó al exilio. Premiado y galardonado en múltiples ocasiones, aseguró en 1994 no querer recibir el Premio Cervantes de Literatura. Ya había ganado el Nobel y quería dejar espacio a otros autores.

Lo que nunca rechazó fue la escritura porque, como dijo en sus memorias publicadas en 2002: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

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