Policiales

Barrio Tablada

Diez años de prisión por un puntazo fatal a su vecino

El acusado firmó la pena en un juicio abreviado por el crimen ocurrido el 23 de noviembre de 2015 en Ayacucho al 4100.


Se conocían del barrio, compartieron unas horas tomando alcohol y una palabra llevó a la otra. Hubo una discusión: “Andá, tomatelás. Dejame de molestar”, dijo la víctima. “Ya vamos a hablar. Andá ya te voy a hacer cagar. Te voy a matar”, contesto el agresor que volvió al rato con un cuchillo de 25 centímetros de hoja y apuñaló a su vecino en Ayacucho al 4100 de barrio Tablada. La semana pasada, la fiscalía y la defensa oficial presentaron un acuerdo abreviado que fue consentido por el acusado de 31 años. Deberá cumplir 10 años de prisión por homicidio simple. El acuerdo fue homologado por el juez Gonzalo López Quintana.

Eran cerca de las 23 del 22 noviembre de 2015 cuando José Luis Almúa, de 34, y Gerardo Cristian López se pelearon. Ambos estuvieron tomando alcohol desde temprano. Almúa estaba en la puerta de su casa, ubicada en Ayacucho y Centeno. Un vecino relató que los muchachos estaban amanecidos y les dio unas monedas. Le dijo que no tomaran tanto pero no hubo caso.

En un momento empezaron a discutir: “Andá, tomatelás. Déjame de molestar”, le dijo Almúa.

“Ya vamos a hablar. Andá, ya te voy a hacer cagar. Te voy a matar”, le contestó López, según describió el testigo. A los 15 minutos el agresor volvió con un cuchillo y una chomba enroscada en la otra mano. Le empezó a revolear el cuchillo en la cara a Almúa, quien estaba recostado contra una pared casi dormido mientras la víctima le decía “deja de joder, tomatelás”.

Almúa se sacó el cinto para defenderse pero López le asestó el puntazo cerca del corazón. Parte de la secuencia fue vista por dos uniformados que patrullaron el lugar. Vieron a dos hombres pelearse. El que tenía el cuchillo estaba de frente. El otro tiraba cintazos al aire para alejar la hoja del cuchillo hasta que un puntazo hizo blanco. Almúa siguió revoleando el cinto y bajó a la calle. Quiso volver a la vereda y se cayó. No tenía remera y su torso comenzó a ensangrentarse. Uno de los policías se quedó asistiendo a la víctima mientras el otro detuvo al agresor y le sacó el cuchillo.

El fiscal Florentino Malaponte explicó la imputación original y las evidencias del caso. El defensor oficial Diego Villar confirmó el acuerdo aunque no compatibilizaron sobre la reincidencia. López tenía una condena previa.

El juez López Quintana le explicó los alcances del acuerdo al muchacho que consintió y reconoció su firma en el acuerdo. Finalmente el magistrado condenó a Gerardo Cristian López a la pena de 10 años de prisión por homicidio simple y lo declaró reincidente.