En el marco de un juicio abreviado, un joven de 20 años fue condenado a diez años y ocho meses de prisión por el crimen de Ariel Ávila, asesinado de siete disparos en febrero pasado en inmediaciones de un búnker de drogas de Empalme Graneros. El homicidio tuvo un fuerte impacto social que fue acompañado por movilizaciones y recitales para exigir su esclarecimiento, en particular porque Chucky, como le decían al pibe de 21 años asesinado, integraba una banda de hip hop cuyas canciones hacían referencia a la violenta realidad que viven jóvenes en zonas postergadas.
Ayer, Brian Acuña, el joven de 20 años que estaba sindicado como el autor material de los disparos y quien no contaba con antecedentes penales, fue condenado a diez años y ocho meses de prisión por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y abuso de armas en concurso real. Una fuente judicial agregó que la causa no quedó cerrada ya que falta resolver la situación de dos hermanos para determinar si tuvieron algún tipo de participación en el homicidio. La condena se dispuso en el marco de un juicio abreviado que homologó el juez José Luis Suárez junto a la defensora pública Adriana Lucero y el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Pablo Pintos.
El crimen ocurrió el pasado 12 de febrero en la intersección de Génova y Campbell.
Ávila murió horas después de recibir siete disparos, en tanto un chico de 14 años también resultó herido en la balacera, perpetrada en inmediaciones de un búnker. Tras el sangriento episodio, del que habrían participado “soldaditos” del kiosco de drogas, un grupo de vecinos perdió el miedo e incendió la construcción donde se comercializaban estupefacientes, en calle Campbell al 1100 bis.
Según los testimonios recolectados en esos momentos, la fatal balacera habría sido consecuencia una pelea a golpes de puños horas antes, cuando los soldaditos le reclamaban a Chuky el robo de una motocicleta. La discusión que había derivado en una pelea “mano a mano” terminó con balas de plomo.
Cantarlo para vivirlo
Junto a sus amigos, Ariel era parte del La Técnica del Hip Hop, una banda formada en la Escuela Técnica 660 en 2008. Según relató su hermano Leandro en una nota a El Ciudadano, Chuky escribía y cantaba versos que describían la vida de los pibes de Empalme Graneros y otros barrios. A raíz de esas letras su historia quedó signada como la del pibe que anticipó su muerte: “Donde en cada calle hay una banda diferente/Se enfrentan entre ellos y tiene que correr la gente/Mientras la droga avanza y acaba con la juventud/Los que la venden se enriquecen y no tienen inquietud», rapeó en 2009, con tan solo 15 años.
“Aparecieron dos pibes del búnker y le dijeron que se acerque. Primero le dispararon tres tiros en la pierna, y el resto en el pecho. Estábamos en la puerta de mi casa. Él estaba tirado en el piso, agarré un ladrillo que tenía en la mano y se lo tiré a uno de los chicos que se cubrió la cara y lo encaré con la mentalidad de que podía pegarme un tiro a mí también. Pero lo tenía que frenar”, recordó Leandro sobre el infierno que le tocó vivir al ver asesinar a su hermano frente a sus narices: “Siempre fue muy compañero conmigo, era mi mejor amigo y mi único hermano. La noche anterior a que lo asesinen me quedé toda la madrugada con él. Mientras yo leía la Biblia, él me cebaba mates. Estuve muy mal, me estoy recuperando”, contó Leandro en la entrevista realizada dos meses después del crimen.
