El Hincha

Vóley

Diego Lima es “la voz del vóley”, el encargado de ponerle la banda de sonido al deporte en la ciudad

¡Qué personaje! Este intuitivo relator conmueve con su pasión y simpatía con letra y música desde el Streaming, la radio y la TV. Y tiene una historia para contar


Diego en uno de los estadios emblemáticos del vóley de la ciudad. Fotos de Juanjo Cavalcante.

Pocas cosas movilizan más que el amor por un ser querido y la pasión por algo. Y cuando estos motores ofician como engranaje, el efecto puede ser incontenible. Cuando Diego Lima encendió su celular para transmitir un partido de mini vóley por Facebook Live hace ya más de ocho años lo hizo para llevarle las imágenes de los chicos a los familiares que no pudieron viajar a un torneo, pero hoy su nombre mutó a “La Voz del Vóley” y aquellos que lo siguen son muchos más, trascendiendo por lejos los límites de la ciudad.

Este ex estudiante de Comunicación Social se reencontró con su pasión por el relato de manera inesperada y comenzó a forjar una historia repleta de anécdotas que es la banda de sonido del vóley rosarino, ya sea desde las transmisiones o a cargo de la locución en todo evento trascendente que haya en la ciudad.

“Siempre tuve la pasión por el relato, en ser ese vínculo entre el jugador, la jugadora y el público a la distancia. Pero la oportunidad nació ocho años atrás y encontré este lugar en el vóley porque mi hijo jugaba en Sonder y con otro papá empezamos a transmitir los partidos por Facebook. Poco a poco empezó a gustar, a tener repercusión y desde ahí se empezó a abrir un camino en el relato, que me encuentra hoy en este momento tan lindo, con tanto recorrido con más de 700 partidos relatados en el vóley argentino, desde mini hasta maxi vóley”, contó Diego sobre el mítico piso de Normal 3, a centímetros de una red que él sí puede tocar, pero los jugadores no.

“Los partidos más importantes que me tocaron relatar fueron justamente los últimos con la Liga Federal en Santa Fe (DeporTV tomó sus relatos), la Liga Femenina, e incluso la Liga Nacional que organizó Normal 3. Te encontrás con jugadores de mucho recorrido, trayectoria, que sienten el relato, que les gusta y viene ese ida y vuelta. Porque después recortan los puntos que hacen con mi relato y los comparten. Me hace sentir que estoy con ellos, más allá de que son lo que juegan, los verdaderos protagonistas y yo estoy en otro sector. Pero me siento muy unido a ellos y ellas”, explicó la Voz del Vóley, con ese entusiasmo marcado en contar su experiencia, en disfrutar lo que hace muchas veces con el amateurismo del corazón, pero a su vez con el profesionalismo propio del inmenso respeto por el oficio.

“Bloqueo, bloqueo, me pongo loco cuando te veo”, estalla desde el palco de prensa para romperla con simpatía para propios y extraños.

Escuchar una transmisión de vóley de manera periódica no es algo común en Rosario. Y Diego lo lleva a cabo regularmente, además de encarar programas de radio y streaming dedicados al vóley de la ciudad, que tiene su repercusión inmediata en toda la familia de un deporte que es masivo: “No es común en Rosario, le pusimos nuestra impronta porque no existía. Empezamos con un teléfono celular y después le fuimos agregando cosas. Ahora hacemos streaming, con saludos en vivo en pantalla, repeticiones de jugadas, mejor tecnología, dos o tres cámaras. Es un servicio que le brindamos a la gente que está a la distancia, quien quiere acompañar a ese ser querido que está haciendo vóley”.

“Digo nosotros porque me acompaña muchas veces Néstor Capogrosso, quien es papá de Tomás y Nico, la dupla número uno del beach vóley de Argentina y con quien nos fusionamos para llevar adelante todo”, agregó.

Pero muchas veces estos emprendimientos no encuentran rápidamente una devolución económica que permita trabajar profesionalmente y entonces, aparecen los sacrificios, el esfuerzo personal y familiar para ir atrás de estos sueños: “Fue un gran sacrificio, empezamos en un torneo en Villa Ocampo durmiendo en una escuela, otra vez fue en una pensión e incluso en un torneo que fue a transmitir dormí en el auto. Pero hoy la gente te pide que vayas, a veces te llaman y te contratan, porque los dirigentes ya ven el sacrificio y el amor por lo que hacemos”.

“Hoy mi familia además de acompañar y apoyar, también ve que hay una vuelta, por eso entiende que a veces hay que estar fuera de Rosario. Es un sacrficio, cuesta. Ellos se quedan y tienen que estar al frente del negocio cuando no estoy, pero lo comprenden”, agradeció.

Y desde afuera de la cancha también hay anhelos y sueños. Que la Voz del Vóley no sea sólo rosarina y santafesina. “A mí me encanta relatar, puedo relatar también otros deportes, llevarle a la gente los partidos. Me encantaría transmitir un Mundial o estar en alguno de los canales líderes a nivel nacional. Llevar el vóley con mi voz o mi relato. Me gustaría poder pegar el zarpazo porque veo que está gustando, que tengo latiguillos que están impactando”, contó, y para el cierre regaló otra muestra de su repertorio que claro, en estas líneas necesita de imaginación y música para ser cómplice del “pum, pum, punto” o del cuarteto dedicado al Aro Sambrano: “Ya llegó el bloqueo que usted espera, es el Aro Sambrano que te bloquea”.

“Armo apodos con canciones, quiero que la trasmisión sea divertida, que no pase desapercibida, que no pase como algo más”, cerró Diego, o simplemente la Voz del Vóley.

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