El Hincha

QEPD D10S

Diego, eternamente gracias

El fútbol perdió a uno de sus máximos exponentes. Su legado perdurará. No hay forma de que tanta magia desaparezca de un día para el otro. Fue el mejor del Mundo, y para muchos de nosotros lo seguirá siendo por siempre.


No es fácil brillar en los extremos. Y Diego lo hizo. Tenía esa capacidad que solo poseen los elegidos, los tocados por la varita. Fue “barrilete cósmico”, como lo inmortalizó Víctor Hugo en el relato del inolvidable gol a los ingleses, y ganó todo con la pelota en los pies. Pero también fue el “Diego de la gente”, generando emociones fuera de la cancha, tomando posturas firmes y discutiendo, si así lo entendía, mano a mano con los poderosos de turno.

Eso sí, nunca dejó de ser el pibe de Villa Fiorito. Aquel que en una entrevista televisiva en blanco y negro, hablando en medio de un potrero, contaba su sueño de ser campeón del Mundo con la selección argentina.

En sus 60 años de vida gambeteó a la muerte varias veces. Pero esta vez, no pudo ser. El destino quiso que fuera un 25 de noviembre, el mismo día que, cuatro años atrás, nos dejara Fidel Castro, alguien con quien Diego mostró máxima identificación.

El fútbol perdió a uno de sus máximos exponentes. Su legado perdurará. No hay forma de que tanta magia desaparezca de un día para el otro. Fue el mejor del Mundo, y para muchos de nosotros lo seguirá siendo por siempre.

Por la cantidad de emociones que nos regalaste, eternamente gracias.

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