El Hincha

Central en cuarentena

Di Pollina: “El coronavirus golpeó fuerte en lo económico y los ingresos se redujeron a la mitad”

La caída en los aportes de varios sponsors y una importante merma en el pago de la cuota modificó la forma de afrontar el presupuesto mensual que tiene el club de Arroyito. El presidente, además, habló de la continuidad de Diego Cocca y de Marco Ruben, a quienes se les termina el contrato


Pasan los días sin novedades sobre la vuelta del fútbol. A un mes del último partido jugado, el parate golpeó directo a las arcas de Rosario Central. Y Rodolfo Di Pollina no dudó en aceptarlo. En diálogo con El Hincha, el presidente auriazul reconoció que por el efecto coronavirus los ingresos del club, la mayoría vinculados a que ruede la pelota, se redujeron casi “a la mitad”.

“El primer impacto de esta crisis en el club es en lo económico, y es fuerte”, reconoció Di Pollina. Además, reafirmó el mensaje que bajó el club desde el primer momento: “La idea pasa por tratar de cumplir con el total de los salarios de los que menos ganan, y con el mayor porcentaje posible de los que más perciben”.

Y también aceptó que hay charlas con referentes del plantel por la posibilidad de una “reducción salarial” para los meses que no haya fútbol. “Esto ya se viene charlando y esperemos que la semana que viene lleguemos a un acuerdo que nos conforme a todos; estamos hablando con los jugadores, y también con proveedores y acreedores”, confió.

—¿Cómo estás transitando esta cuarentena?
—En casa, por supuesto, sobrellevando esta angustiante situación. Lo bueno es que compartimos más tiempo del habitual con la familia, bajamos un cambio, disfrutamos de otras cosas y desde otra perspectiva. Todo esto es lo rescatable, lo positivo de este presente.

—Además de compartir con la familia, estás obligado a seguir con las obligaciones laborales propias y las que requiere ser presidente de Rosario Central.
—Seguro. Mi trabajo pasa por la transformación digital para empresas vinculadas con el agro, y hay mucho por hacer en el área en estos días. Y también estoy muy ocupado con el club, participando en reuniones remotas, reorganizando. Hay que resetearse en un montón de cuestiones, y eso requiere de mucho trabajo.

—¿Cuál es tu primera sensación si te pregunto cómo afectó a Central el coronavirus?
—El primer impacto es en lo económico, y es fuerte. Fuerte porque repercutió en la recaudación de la cuota social, que solo quedó una parte en pie. Y en un futuro cercano puede afectar también el canon mensual que por ahora seguimos recibiendo de parte de las empresas que televisan los partidos. El tema es que no sabemos qué actitud tomarán estas empresas con el pago de esa cuota si sigue parado el fútbol. Sí se cayeron los aportes de varios sponsors. Y otro tema que nos preocupa es la posibilidad de que no haya mercado de pases después del 30 de junio, porque tenemos necesidad de vender. El panorama, que está lógicamente fuera de lo previsto, nos obliga a reconfigurar un montón de cosas. Acá tenemos que reordenarnos entre todas las partes, reacomodar los números del club, y tratar de que minimizar los perjuicios.

—¿Se puede cuantificar la baja de los ingresos mensuales?
—Aproximadamente es del 50 por ciento.

—¿En qué sector fue en el que más repercutió esta merma?
—Estamos viendo eso, tratando de reacomodarnos en todos los sectores de manera equilibrada. Lo bueno que tiene Central es que confiamos en que van a quedar una importante cantidad de socios en pie abonando la cuota. Y mientras sigamos recibiendo el aporte mensual de la televisión podremos mantener una estructura mínima. Lo que sí planteamos para responder a las obligaciones es un criterio de solidaridad. La idea pasa por tratar de cumplir con el total de los salarios de los que menos ganan, y con el mayor porcentaje posible de los que más perciben. Que los que menos ganan sean justamente los menos afectados.

—Ya pudieron cumplir con parte del pago de febrero del plantel y cuerpo técnico, ¿cómo se van a manejar para cumplir con los próximos compromisos?
—Es una discusión que tendremos que dar con todos los actores. Si hay un proveedor que tiene un cheque nuestro para cobrar en estos días, le tenemos que pedir que nos espere porque tenemos resentida nuestra economía. Tenemos que ver por dónde vamos para cumplir con proveedores, acreedores y plantel profesional. Es algo que tenemos que encarar con mucho respeto y conciencia desde todas las partes. A nadie le gusta que le disminuyan sus ingresos, y en esto están involucrados todos los sectores del club.

—¿Tienen previsto cuándo van a charlar con los referentes del plantel sobre el tema de una posible reducción salarial?
—Se va charlando. Y tratamos de hacerlo en un marco de mucho respeto e intentando que no se haga público porque son discusiones privadas. Tenemos que entender cómo es la mejor forma para llegar a un acuerdo, que es conversando. La conversación es la única forma que tenemos de saber qué puede aportar cada parte para llegar a una solución. Tiene que haber confianza mutua. Esto ya se viene charlando y esperemos que la semana que viene lleguemos a un acuerdo que nos conforme a todos.

—Todo indica que habrá que buscar nuevas estrategias para seducir al socio al no haber partidos ni actividad social.
—Tal cual, por eso prevemos una baja importante en cantidad de socios. Y también la caída de otro ingreso importante que tenemos que es el de la venta de abonos a platea.

—¿La idea será que la televisión se haga cargo de una parte de esa merma?
—En esta crisis hay que buscar nuevas oportunidades. Y creemos que hay que apuntar a lo digital, que va a crecer. Lógico que habrá que tratar de renegociar contrato con la televisión. Pero también tendremos que apostar por políticas más agresivas de comunicación en nuestros canales y redes oficiales del club, algo que ya estamos encarando.

—Todo lo que conocimos como normal en nuestro fútbol sufrirá modificaciones importantes. ¿Cuál es tu visión?
—Va a ser diferente, no tengo dudas. Lo del “no” público cambiará la concepción del espectáculo. Genera también un desafío para buscar nuevos ingresos, otros recursos por explotar, optimizar estructuras. Pero también hay que tratar de entender lo más rápido posible hacia dónde van esos cambios, y reducir el margen de error de las acciones en consecuencia. Por ejemplo, si vamos a apostar por jugar con más juveniles, tendremos que cuidar el factor emocional de esos jugadores, algo que en Argentina no está muy desarrollado. Uno de los desafíos pasará por reducir el presupuesto, pero que eso no repercuta en una baja de la perfomance.

Tema Cocca

La falta de certezas de fechas de retorno de la actividad viene postergando una discusión en los clubes de fútbol: ¿qué pasará con los protagonistas cuyos contratos finalizan el próximo 30 de junio?
En Central, además de algunos futbolistas, vence el vínculo de Diego Cocca. Y todavía, según confió sobre el tema Di Pollina, no hubo tiempo ni espacio para iniciar charlas formales con el DT por una posible renovación.

—¿Qué parámetros vas a tener en cuenta a la hora de evaluar la continuidad del Diego Cocca como técnico de Central?
—Nos debemos una conversación en este tema. Siempre hubo un diálogo muy fluido con el técnico. En principio, si tengo que hacer un análisis de lo hecho por el cuerpo técnico en el club, tengo que decir que les tocó asumir el cargo en una situación muy delicada, difícil, con una gran presión que en este club hasta se siente un poco más. Pudo manejar un orden, mostró disciplina en el trabajo y logró sacar con el equipo los puntos que necesitábamos.

—¿Y ahora?
—Superada esta etapa, que nos dejó conformes, tenemos que sentarnos a charlar de nuevo. Tenemos que replantear todo lo que tiene que ver con el fútbol, no solo lo que tiene que ver con el técnico. El club tiene que marcar nuevas pautas, entre las que seguramente habrá un menor gasto en el presupuesto del fútbol y habrá que ajustarse a un nuevo esquema. En ese nuevo escenario, habrá que sentarse y charlar con el cuerpo técnico para ver si coincidimos con esas pautas.

—De cara al 30 de junio se da un escenario especial para el fútbol de Central, porque no solo finaliza el contrato de Diego Cocca y su cuerpo técnico; también concluyen el de Kily González, que dirige la reserva, y el del secretario deportivo del club, Raúl Gordillo. En cuanto al proyecto deportivo del club, tendrán la oportunidad de barajar y dar de nuevo, como se dice habitualmente.
—Sí, es así. Por eso lo primero será definir la orientación del proyecto deportivo. Y luego transmitir esa idea a los acto-res. Por eso pensamos que durante este mes, aunque sea en forma remota, habrá que sentarse a charlar para definir hacia dónde vamos.

—También hay una sensación de que la necesidad económica obligará a Central a apostar por la promoción a primera de más jugadores de inferiores.

—Confiamos en poder contar con un equipo base de jugadores de experiencia para rodearlo con varios jóvenes que vienen asomando. La idea pasará un poco por ahí.

Tema Ruben

Entre los contratos de jugadores del plantel auriazul que vencen el 30 de junio aparece el de Marco Ruben. En diciembre pasado, cuando se oficializo su regreso al club tras jugar cedido en Atlético Paranaense de Brasil, el goleador abrió un interrogante sobre si seguirá jugando cuando finalice su vínculo actual.

—¿Recibieron alguna señal sobre una posible renovación de vínculo de parte de Ruben?
—No tuvimos la oportunidad de charlar sobre el tema todavía. Con todos los inconvenientes que nos generó esta pandemia, tuvimos que hacer foco en otras cuestiones.

—Imagino que te gustaría que Marco siga en Central.
—Seguro. Espero que sí. Ni hablar, es algo indiscutible. Ojalá que pueda seguir un tiempo más porque sería muy importante para el club desde todo punto de vista.

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