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Di Mauro, presidente de Farmacoop: “Nos dio bronca el ataque por algo que no existió”

La cooperativa Farmacoop constituye el primer laboratorio recuperado por sus trabajadores en el mundo. Con pocos años de vida, se convirtió en una referencia del sector cooperativo en general y de las empresas recuperadas en particular


La cooperativa Farmacoop constituye el primer laboratorio recuperado por sus trabajadores en el mundo. Con pocos años de vida, se convirtió en una referencia del sector cooperativo en general y de las empresas recuperadas en particular.

La gesta es impulsada día a día por trabajadores del Laboratorio Roux Ocefa, vaciado por sus últimos dueños en 2016, con un saldo de 500 familias sin sustento ni indemnización, sin salario y sin trabajo.

Sin embargo, en los últimos días, Farmacoop quedó en medio de un fuego cruzado entre oposición -tanto partidaria como mediática- y oficialismo. El motivo, un gel íntimo como parte de una campaña preventiva de salud pública de la provincia de Buenos Aires.

Es preciso recordar, que la Cooperativa de Trabajo Farmacoop Limitada, de los trabajadores de la ex Roux-Ocefa, consiguió el aval de la justicia recién en 2019 para continuar con la producción de fármacos y así se convirtió en el primer laboratorio farmacéutico recuperado del mundo.

El laboratorio Roux-Ocefa, fundado en 1935, entró en convocatoria de acreedores en 2016, con un pasivo cercano a los 50 millones de pesos.

Luego de tres años de fuertes disputas, que incluyeron ventas fraudulentas y la toma de la planta del barrio porteño de Villa Luro, el juez Sebastián Sánchez Cannavó otorgó “una autorización provisoria y por el plazo de 90 días a la Cooperativa de Trabajo Farmacoop para que continúe con la explotación de las dos plantas pertenecientes a la fallida, sus certificados y sus marcas”, según especificaba la resolución en aquel momento.

En ese marco, para Farmacoop, lo más importante del fallo “es que otorgó los certificados y marcas” y además, se obtuvo la continuidad sobre la planta de Lugano, también en la ciudad de Buenos Aires.

Además de la actividad farmacéutica, funciona en el laboratorio un bachillerato popular.

“La resolución exige que se genere una actividad social. Por eso, estamos desarrollando el bachillerato con gente de la Cooperativa de Educadorxs e Investigadorxs Populares Histórica (Ceiph) de Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentina (Impa), una de las principales empresas recuperadas del país, que nos acompañan en la lucha”.

Sin embargo, en los últimos días, Farmacoop quedó en medio de un fuego cruzado entre oposición -tanto partidaria como mediática- y oficialismo. El motivo, un gel íntimo como parte de una campaña preventiva de salud pública de la provincia de Buenos Aires que causó indignación de sectores conservadores.

En algún punto de la batalla mediática y de redes sociales, se comenzó a afirmar que el gel íntimo había sido producido y distribuido por Farmacoop.

Esto derivó en una serie de ataques contra la cooperativa y sus trabajadores, quienes negaron haber producido y distribuido el gel. En ese sentido, aclararon que “Solo se les envío, el año pasado, una cotización de referencia por desarrollo, registro y producción. Sin embargo, hasta ahora la licitación ni siquiera se abrió, por lo tanto tampoco nos presentamos a ella”, aclararon de manera pública.

En diálogo con la Agencia de Noticias Solidarias (Ansol), el presidente de Farmacoop, Bruno di Mauro, se expresó al respecto: “En principio, no le dimos mayor importancia. Estábamos tranquilos con lo que habíamos hecho y lo que se cuestionaba era la decisión política de comprar ese producto. A nosotros, nos nombraban como proveedor, lo cual sabíamos que era totalmente falso.

 

-¿Cómo vivieron la cobertura mediática del tema?

-Empezamos a ver que la crítica se dirigía hacia el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que a mi juicio no tenía mucho asidero, pero luego viró hacia un ensañamiento con nosotros como supuestos beneficiarios de una compra que nunca existió. Es parte del accionar cotidiano de ciertos medios de comunicación y también es reflejo de cómo se manejan las discusiones políticas en Argentina: se tiran expedientes de un lado para el otro, en vez de discutir los problemas reales de la gente.

Se busca cualquier excusa, fundada a veces con realidad y otras no, para armar un carpetazo y desde ahí se da la disputa política. Nos están corriendo el eje de las verdaderas discusiones que tenemos que dar.

-¿Qué respuesta dan a este trato recibido?

-En principio, ni siquiera queríamos dar ninguna respuesta porque no nos sentimos aludidos y tampoco nos sentimos parte de la disputa entre esos dos sectores políticos ni nos consideramos parte de la interna de la que pueda haber surgido el tema.

Nuestra respuesta es la misma siempre: seguir trabajando y, en todo caso, demostrar y mostrar lo que hacemos. Nuestra respuesta es recuperar trabajo, generar puestos de trabajo y pensar y apostar a la producción y al trabajo argentino como uno de los pilares de la construcción de una patria más justa.

-¿Cómo impactó el ataque mediático hacia adentro de la cooperativa?

-En la cooperativa, lógicamente generó malestar con el afuera. Generó enojo y bronca con los medios hegemónicos y también en este caso con la oposición política, que se subió a esto con chicanas absurdas.

La palabra es distracción; lo que nos hace es perder tiempo, tener que dar explicaciones o hablando entre nosotros o preocupándonos o invirtiendo, que de algún modo es como perder parte de nuestro tiempo de trabajo en ver qué hay que hacer al respecto de esto y eso nos distrae de nuestros objetivos.

-¿Cómo está hoy Farmacoop?

-Estamos trabajando en la línea de cosméticos, principalmente con el tema de la crema Aqualane, que tiene al verano como estación más alta de producción y de ventas.

Estamos trabajando también en la operación logística y distribución, que también es una unidad de negocios nuestra que fuimos desarrollando y que en la actualidad está trabajando al 100 por ciento de su capacidad.

Seguimos con el desarrollo de productos cosméticos y también en algunos desarrollos que tenemos encaminados de la línea de kits rápidos de detección de Covid 19.

Hoy tenemos un plantel fijo de 50 compañeros y compañeras, que incluye a todos los sectores de producción, de control de calidad, de garantía de calidad, de ventas, de administración. Tenemos compañeros en seis provincias.

-¿Qué proyectos tienen a mediano y largo plazo?

-Por lo único que nos interesa tener repercusión mediática es porque tenemos encaminados algunos lanzamientos que pronto van a conocerse, de productos que fueron históricamente del Laboratorio Roux Ocefa, que a partir de convenios con otros laboratorios nacionales estamos por volver a tener en la calle. Faltan pocos días.

También seguimos trabajando en montar una línea de producción de medicamentos en nuestras plantas. Eso también lo estamos haciendo de conjunto con inversión privada porque, aunque a algunos les parezca mentira, un subsidio de los montos que recibimos y por los cuales nos acusan de algo que no somos, muy poco alcanza para todo lo que tenemos por delante, para desarrollar en términos productivos y para reconstruir una planta que recibimos destruida, vaciada, clausurada y sin maquinarias.

Seguimos reconstruyendo, limpiando, ordenando, acondicionando sectores y comprando de a poquito toda la maquinaria que necesitamos para seguir lanzando nuevos productos y para volver a seguir habilitando líneas de producción.

Queremos que la cooperativa crezca en trabajo para que crezca en puestos de trabajo y para que también simbolice lo que somos las empresas recuperadas: la reivindicación del trabajo y la producción argentina, en función de un proyecto de país más justo.

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