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Villa Gobernador Gálvez

Dos detenidos por el crimen de Candela

Los conocidos como Facturita y Topo fueron detenidos en la localidad de Arroyo Seco.


La Policía detuvo este martes a dos sospechosos de ser responsables del asesinato, el 11 de enero, de la pequeña Candela Micaela Maciel, de 2 años, en Thompson y la Ribera, en Villa Gobernador Gálvez. Los apresados son Ángel B. (alias Facturita) y Rubén V. (alias Topo). Los dos forman parte de una de las bandas que desde el día anterior cruzaron durante varias horas disparos en una disputa que algunos de los involucrados remitieron a un robo menor pero que pesquisas relacionan con el control del comercio de sustancias ilegales. Los conocidos como Facturita y Topo fueron detenidos en la localidad de Arroyo Seco. A horas del asesinato, habían sido apresados otros tres hombres, que negaron su participación en las balaceras

Horas después del crimen de la niña en su humilde vivienda galvense, la fiscal Marisol Fabbro había señalado que la zona ubicada en Thompson y La Rivera fue escenario de reiterados disturbios entre bandas rivales que incluyeron detonaciones de arma de fuego. Hubo numerosos llamados al 911 que denunciaban los disparos. Balaceras intermitentes desde las 17 que sólo cesaban ante la presencia policial. En uno de estos episodios, ocurrido a las 19.30 del 10 de enero, María Belén Q. y Marcela G. sufrieron lesiones leves a causa de los balazos. Pero pasada la medianoche, mientras Gabriel R.D. y su esposa tomaban mate junto a su pequeña hija Candela de 2 años, se volvieron a escuchar disparos y la pequeña cayó desplomada. Su padre, en tanto, recibió un roce de bala en la nuca.

María Belén Q. sostuvo que las personas que la hirieron fueron los llamados Boqui, Pata Quemada y Chino. Y arriesgó que eran quienes habían dado muerte a la pequeña Candela.

Según la fiscal, la disputa a tiros entre dos bandas se extendió por 48 horas. Por esos hechos, imputó a Emanuel Alejandro T., de 29 años, Juan Emilio A., de 21, y Esteban Raúl R., de 26, por los delitos de tentativa de homicidio y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en el que resultaron víctimas Candela y su padre. Además, por abuso de arma en relación al hecho en el que fueron lesionadas María Belén Q. y Marcela G.

Los primeros tres detenidos negaron participación

Juan A. tras escuchar la imputación se desvinculó del hecho: “No disparé un arma”, resaltó. Sostuvo que iba hacia su casa con otro joven cuando Gendarmería los detuvo y les preguntó si eran Topo y Facturita (los detenidos este martes). “No nos dejaron dar una explicación. Nos pegaban y nos seguían pegando” argumentó. Y aseguró que Facturita y Topo venden drogas en el lugar. Los vinculó a una banda que –agregó– está relacionada con los Cantero.

Emanuel T., por su lado, refirió que Topo y Facturita no lo quieren porque el primero le robó una moto a su amigo, que la recuperó. “Desde allí nos tirotean”, fue su versión. Y alegó que fue detenido cuando se dirigía a la casa de su suegra a pedirle dinero. Además, sostuvo que sus acusadores por el crimen de la nena tienen problemas porque venden drogas en el barrio, y que poseen numerosas armas. Es más: refirió que Topo y su madre, Marcela G. venden drogas. Facturita es primo de Topo, y ambos son soldaditos de la mamá del último, detalló. Finalmente sostuvo que María Belén Q. tiene diferencias con su mujer: “Se tienen bronca porque una es más linda, la otra más gorda, vió. Cosas de barrio”, concluyó.

El último en declarar fue Esteban R.: “Según ellos ese día yo estaba en el tiroteo. No se como puede ser, si estoy con muletas en mi casa cuidando mi familia”. Sostuvo que Topo le robó la moto y este episodio fue el desencadenante de todo. El mes pasado Topo le disparó en el pie, detalló y agregó que al enterarse que la fuerza de seguridad buscaba a un tal Chino en muleta, se presentó ante Gendarmería. “Fui a conciencia limpia”, detallo. Para terminar confirmó que le dijo a los uniformados, que temía por su vida porque Topo, Facturita y sus secuaces le querían quemar su casa.

Tras ello, la fiscal solicitó la prisión preventiva de los imputados, sostuvo que dos de ellos cuentan con condenas previas y que a partir de las detenciones cesaron los conflictos en el barrio.

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